La embajadora del horror
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Natalia
Nelly Arrieta de Blaquier fue designada el pasado 18 de diciembre como embajadora cultural de la ciudad de Buenos Aires. El ministro Lombardi, en conferencia de presa, declaró que Nelly de Blaquier "es la primera embajadora cultural de nuestra gestión porque, entre muchas virtudes, apuesta a la cultura como herramienta de cambio" (La Nación, 19/12).
¿Quién es esta mujer?
Nada bueno bajo el sol porteño. Resulta que la embajadora de la cultura no es sino la principal coleccionista de arte del país. Como Presidenta de la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes e integrante de la Fundación Teatro Colón y la Fundación Fondo para el Patrimonio Argentino -es decir, gracias a la "solidaridad" con el Estado- ha amasado una fortuna de valores incalculables. Con todo, no fue en el arte donde Nelly cosechó su patrimonio, sino como ex esposa del histórico presidente del ingenio Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, y como vicepresidenta del directorio de esa empresa bajo la dictadura militar en Jujuy: su fortuna fue amasada con la sangre de los obreros del azúcar.
Nadie podrá olvidar en Jujuy a los Blaquier ni esa noche del 20 de julio de 1976 cuando en Ledesma comenzaron los apagones. Era la oscuridad el escenario del horror del que se valieron cobardemente los militares, la policía y la gendarmería para secuestrar de sus hogares a cuatrocientas personas en los pueblos de Libertador General San Martín, Calilegua y elTalar. Eran trasladados en vehículos de la empresa Ledesma a los galpones de mantenimiento del ingenio hasta que se decidía su destino. Cuarenta de ellos aún se encuentran desaparecidos.
Como el Fino Palacios o Posse, Nelly Arrieta de Blaquier no es elegida por azar o por error de cálculo, por el contrario: su designación se corresponde con la orientación derechista del gobierno de Macri, la versión demócrata es sólo para la campaña electoral. En este año que comienza se impone luchar contra ellos hasta que se vayan.