Políticas

27/1/2022

Poder Judicial

La farsa de la movilización K contra la Corte Suprema

Para encubrir el ajuste del gobierno.

La movilización que diversos sectores del kirchnerismo judicial y sindical están convocando para el próximo 1 de febrero al Palacio de Tribunales, en reclamo de la renuncia de los miembros de la Corte Suprema y por un “Poder Judicial que se parezca a su pueblo”, se trata en realidad de una cortina de humo.

La convocatoria se produce en el marco de las negociaciones con el FMI, de una mayor confrontación de la Corte y el gobierno, y luego de los videos de la Gestapo antisindical de funcionarios de Macri y Vidal. Expresa, a su vez, una interna dentro del propio Frente de Todos, entre kirchneristas y albertistas.

La aparición de los gravísimos videos de la GestaPro envalentonaron internamente al kirchnerismo, ya que serían la confirmación de que todas las causas contra CFK, sus funcionarios y la burocracia sindical son truchas. Pero los convocantes no reclaman una investigación a fondo de los crímenes del macrismo, o medidas como la quita de fueros a Vidal y su expulsión de la Cámara de Diputados, porque ello sería hacer demasiadas olas en relación a los empresarios que participaron de las distintas instancias de la mesa judicial macrista.

El grueso de la CGT, nos referimos fundamentalmente a “los gordos”, rechaza la convocatoria. El caso más notorio es el de Julio Piumato, de UEJN-Judiciales, que tiene una profunda integración a la Corte y que nada quiere saber con un enfrentamiento o escrache a los cortesanos. Pero también están aquellos que no quieren aparecer enfrentando al Poder Judicial cuando tienen causas pendientes por sus prontuarios delictivos. La convocatoria ha servido para poner de manifiesto lo precario del armado reciente de la CGT.

La movilización puede partir de organizaciones judiciales vinculadas al gobierno, incluso de personalidades como el juez Ramos Padilla (p). Sin embargo, el grueso de los convocantes será aportado por la burocracia sindical que recala en el kirchnerismo. Las dos CTA, UTE-Ctera, Camioneros, los que recalan en la Corriente Federal de los de Sergio Pallazo, Sitraju-CABA, ATE, entre otros que no movieron un dedo para defender a los trabajadores ante al ajuste. También se espera la adhesión de algunos de las organizaciones sociales cooptadas de los San Cayetano.

Lawfare y democratización imaginaria

Llegamos a la movilización luego de fallos de la Corte contra el gobierno, siendo el último de ellos la declaración de la inconstitucionalidad de la conformación del Consejo de la Magistratura, luego de 16 años desde su sanción que CFK impulsó cuando era senadora.

Como ya dijéramos en varias oportunidades en Prensa Obrera, estamos ante reformas judiciales que nunca se llevarán a cabo. La convocatoria abunda en señalar estas reformas. Sin embargo, omite que el gobierno metió para las sesiones extraordinarias un proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura cuyo objeto es volver a la vieja conformación solo que sin la presidencia de la Corte Suprema. Lejos de una “democratización” de la Justicia, el FdT reproduce al pie de la letra el proyecto que tenía Germán Garavano.

La oposición derechista del macrismo y afines se pone del lado de la corporación judicial, pues encuentra a gran parte de ella alineada a la fracción de la burguesía con la cual se identifican. Las exhortaciones a la defensa de la independencia judicial, la república y la democracia son un subterfugio para defender los intereses de las patronales y la impunidad de la camarilla macrista.

¿Ampliar la Corte?

En este cuadro, donde el gobierno no reúne las condiciones políticas para realizar reformas judiciales ni echar a los cortesanos, vuelve a aparecer el planteo de ampliar la Corte. Si el kirchnerismo puede forzar o no una sanción de ley de ampliación habrá que verlo.

Por lo pronto, no cuenta siquiera con los votos para cubrir la reciente vacante de Elena Highton de Nolasco. Una ampliación de la Corte Suprema que licúe el poder de los actuales cortesanos solo podría hacerse mediante la rosca con la oposición derechista en el Senado, de modo que se trata de todo lo contrario a una “democratización” y con ella solo se obtendrían los mismos resultados que a la fecha.

Por todo ello, lo único que queda en pie con todo este circo anti-cortesano es la movida oficialista de ir rosqueando causa por causa para obtener la absolución de CFK y sus funcionarios, como ocurrió escandalosamente en el reciente fallo de Hotesur y Los Sauces.

Nuestro planteo

El lawfare y la persecución judicial constituyen un método que utilizan las distintas fracciones de la burguesía para dirimir sus choques en relación al manejo del aparato del Estado. Los socialistas denunciamos que bajo el imperio de la burguesía no hay ningún régimen realmente democrático, y menos aún una independencia de la Justicia. De ninguna manera lo hacemos para identificarlo con la defensa de las distintas camarillas capitalistas o los burócratas sindicales como el “Pata” Medina, que es justamente a lo que apunta verdaderamente esta movilización.

La “democratización de la Justicia” no tiene margen en los estrechos márgenes del Estado burgués, pues existen disposiciones constitucionales que así lo impiden y porque en última instancia es la propia corporación judicial la que tiene declarar la constitucionalidad o inconstitucionalidad de eventuales reformas.

Una verdadera democratización de la justicia vendrá de la mano de un gobierno de los trabajadores que desmonte todo el sistema judicial vigente, incluidos los privilegios de las camarillas judiciales. Como transición, planteamos avanzar hacia un Poder Judicial responsable ante la población mediante la elección popular (y revocatoria) de jueces y fiscales. La tarea de desmantelar este poder reaccionario del Estado está asociada a la lucha revolucionaria de clase obrera por el gobierno obrero y el socialismo, pues no solo se trata de luchar contra la corporación judicial sino fundamentalmente contra la clase social a la cual este responde.

Llamamos a los trabajadores a no movilizarse el próximo 1º de febrero en defensa de un gobierno que ajusta a los trabajadores. Abajo el ajuste del oficialismo, la oposición y el FMI. Fuera la burocracia sindical, recuperemos los sindicatos para defender nuestros derechos.