Una delegación del Partido Obrero concurrió en estos días a la presentación de los resultados de un estudio sobre la fiscalización en las elecciones del 27 de octubre en la provincia de Buenos Aires realizado por la ONG Cippec, especializada en problemas de transparencia institucional y electoral. Los resultados muestran un contraste enorme entre las características mercantilizadas y punteriles de la política patronal y la militancia obrera y socialista del Frente de Izquierda. No es que este contraste no lo conociéramos, pero su reconocimiento, y el destaque del hecho que hacían investigadores oficiales, tiene un valor agregado.

Nos destacamos en varios puntos consultados. Mayor capacitación de los fiscales: un 85% de los fiscales del Frente concurrieron a instancias de formación de fiscales, más que cualquier otro. También fuimos la fuerza donde la totalidad se reconoce como militante (60%) o colaborador (más del 30%). O sea, que no les paga dinero a los fiscales sino que lo hace enteramente por compromiso político. El contraste es enorme, pues gran parte de las fuerzas en la provincia han sido componendas armadas de ocasión. Según el estudio, muchos fiscales ni siquiera recuerdan el nombre de la lista para la que están colaborando, en una muestra extrema de la descomposición de la política patronal.

Los analistas presentes, tanto de la ONG, como de la Justicia electoral, señalaban que el Frente de Izquierda se destacaba en su tesón militante por ocupar espacios, incluso en temas técnicos complejos como la carga de espacios audiovisuales. En fin, recibimos un impensado elogio a la militancia de la izquierda revolucionaria, frente a la corruptela patronal.

G. K.