“ESTA ES UNA FORMULA MUY GANADORA !!!!! Un candidato a presidente piquetero y la que deja a los chicos sin clases. La izquierda ya tiene su fórmula presidencial. Nicolás Del Caño-Romina Del Plá o viceversa”, tuiteó este sábado el agitador Eduardo Feinmann,  junto a una nota de Clarín que reseñaba los pronunciamientos en este sentido de los congresos del Partido Obrero y del PTS, realizados este fin de semana.

El ataque, desde ya, no se restringe al Frente de Izquierda: en su diatriba contra el binomio, Feinmann dispara contra los luchadores de todo el país, que se plantan contra la política de ajuste de los gobiernos nacional y provinciales, como las grandes movilizaciones de las organizaciones de desocupados y la rebelión docente que tiene curso en Chaco.

Las diatribas del derechista –contra las y los que luchan– son sistemáticas. En 2008, cuando servía al gobierno kirchnerista, amplificó desde C5N las mentiras de Aníbal Fernández contra referentes del Partido Obrero, acusándolos de ser responsables de un incendio en la estación Castelar en el marco de una rebelión de pasajeros, de lo cual no pudo presentar prueba alguna. El periodista cuenta en su haber con un sinfín de operaciones de esta naturaleza, como la incriminación de un robo sin fundamentos contra estudiantes del Nacional Buenos Aires; o la cantinela sin pruebas sobre supuesto manejos espurios en la Federación Universitaria de Buenos Aires.

En todos estos operativos, Feinmann actúa como empleado tanto de los gobiernos de turno como de las patronales y camarillas que parasitan el patrimonio nacional, desde las camarillas universitarias hasta la ‘patria contratista’ de los Cirigliano, responsable del desguace ferroviario que llevó a la Masacre de Once en 2012.

Al derechista, que funge como “analista político” en su biografía en la red social, no le merecieron mayor comentario las definiciones de los congresos de nuestros partidos por la derrota del FMI, Macri y los gobernadores. Ello cuando la política económica del gobierno fondomonetarista, al que Feinmann viene acompañando con sus operaciones mediáticas, da todos los días nuevas muestras de bancarrota, poniendo al rojo vivo la necesidad de una alternativa política de los trabajadores.

El lobista se lamenta por los pañuelos verdes, los piquetes contra el hambre y las huelgas para defender el trabajo y el salario: la mejor respuesta del pueblo contra la política de sus patrones.

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