Políticas
16/1/2025
La fuerte caída del consumo masivo en diciembre dejó al 2024 como el peor año en dos décadas
Las compras en supermercados y almacenes de barrio cayeron un 18%, consagrando una baja del 13,9% en el acumulado anual.
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Consumo masivo.
2024 fue el peor de los últimos 20 años en términos de consumo masivo, al compás de la licuación del poder adquisitivo de los salarios. Una consultora registró en diciembre una caída en las compras en supermercados y almacenes de barrio del 18%, consagrando una baja del 13,9% en el acumulado anual.
Un informe de Scentia relevó los rubros de consumo masivo y se observaron caídas importantes en rubros como higiene y cosmética (17%), limpieza de ropa y hogar (13,9%), desayuno y merienda (12,6%), alimentación (9,5%) y congelados (8,6%).
Esto desmiente las declaraciones de Caputo, quien afirmó que la economía atraviesa una «fuerte recuperación» y agregó que «a diferencia de otras oportunidades, el crecimiento en los ingresos reales de la población y el crédito al sector privado se da como consecuencia, y no en detrimento, del orden macroeconómico». Lo que sucede realmente es que la población trabajadora se priva cada vez más de acceder a los bienes básicos para subsistir producto de no poder costearlos .
A eso se le suman los gastos del alquiler, los cuales se incrementaron un 262,7% en 2024 en el GBA, y las tarifas, que percibieron un incremento del 430% durante 2024, todo según el IPC del Indec, donde el rubro Vivienda, agua gas, electricidad y otros combustibles fue la división de mayor aumento. Ni que hablar de otros servicios como las telecomunicaciones, prepagas o colegios privados, que gracias a la liberalización del mercado promulgada por el Ejecutivo lograr incrementar exponencialmente sus precios en un año, por lo que ocupan una mayor proporción en el presupuesto de una familia tipo. Esto quiere decir que las familias tienen cada vez menos margen para el consumo masivo, incluso para los artículos esenciales.
Esto es consecuencia fundamentalmente de la licuación salarial que aplica el gobierno imponiendo techos salariales y de las paritarias a la baja que imponen las patronales en complicidad con la burocracia sindical, logrando que mes a mes los trabajadores pierdan poder adquisitivo. Esta caída del consumo es lo que explica finalmente la baja en la inflación de la que se jacta el gobierno, combinada con la apreciación del tipo de cambio.
Las patronales utilizan esta caída de la actividad como pretexto para redoblar los ataques contra los trabajadores, mediante despidos, paritarias a la baja y flexibilización laboral. Ahora se apoyan además en el respaldo oficial a los techos salariales por debajo del IPC, y -dado que los salarios están en un piso histórico- apuntan además contra lo que llaman el «costo laboral no salarial», arremetiendo contra derechos conquistados como el aguinaldo, las indemnizaciones o las vacaciones.
Las políticas del gobierno de Javier Milei se enfocan en la destrucción de los ingresos salariales y populares y el ataque al trabajo y los derecho laborales. La CGT y las CTAs mantienen su pasividad cómplice mientras esto se desenvuelve. Los trabajadores debemos salir a pelear por mejoras salariales, en defensa de los derechos laborales y para echar a este gobierno hambreador.