Políticas

12/7/2007|1000

La gran lucha de los estudiantes de Artes

La toma de la Facultad de Artes ha cobrado un alcance impensado. Todos los medios, todos los días, cubren su desarrollo. Desde los medios del gobierno, puestos a disposición de la camarilla de Cerisola, se desató una campaña sucia contra el PO y Daniel Blanco. Quieren demonizar una lucha elemental para ver si pueden perjudicar la imagen del Partido Obrero y de su principal candidato.


En forma vergonzante y pérfida a la vez, han sacado de circulación el primer borrador de Código Disciplinario. Lo han reemplazado por otro, más lavado, que pone el acento en sancionar las llamadas contravenciones estudiantiles (copiarse, apropiarse de títulos, etc.), pero igualmente siguen figurando los puntos que procuran regimentar y reprimir la organización y la lucha estudiantil.


La Federación Universitaria, que desde hace dos años no funciona, hasta el punto que en todo este tiempo no se reunió su Comisión Directiva, reapareció con declaraciones de algunos de sus dirigentes apoyando la toma de Artes, pero… también apoyando el derecho de estudiar. Pero en esta lucha no hay lugar para tonos grises: o se está con la toma en defensa de las libertades, o se usa el “derecho de estudiar” como excusa para dividir la lucha, en beneficio del rector y su Código fascista.


Algo similar ha ocurrido con la dirigencia docente de Adiunt. La entrada en el período de vacaciones de invierno puede distender el proceso de lucha, pero no los planes de la camarilla que gobierna la UNT de imponer un régimen represivo a la comunidad universitaria, para poder seguir con los negociados y la política privatista.


Está planteado aprovechar el receso para preparar la convocatoria de un congreso docente-estudiantil, luego del reinicio de las clases, para organizar de conjunto la defensa de los derechos y conquistas.