Políticas

27/3/1997|532

La gran patronal se divide

“El gobierno reposa ahora en una alianza entre Menem y Duhalde, que amenaza romperse, sin embargo, todos los días… Duhalde es algo más que un gobernador, ya que se encuentra a la cabeza del principal pulpo financiero nacional: a partir del Banco de la Provincia de Buenos Aires, controla la principal AFJP y ART, y pretende incursionar en la privatización de la salud. Esto lo ha puesto en choque con importantes pulpos aseguradores internacionales, como el caso de Liberty” (En Defensa del Marxismo, setiembre de 1996, pág. 6).


Esto, que el P.O. escribió hace seis meses, tomó mayor vuelo esta semana con el ataque del banquero Eduardo Escasany, patrón de ADEBA, la cámara que reúne a los principales pulpos bancarios, del Banco Galicia y de la AFJP y ART Consolidar, contra Duhalde y el Banco de la Provincia.


Las palabras de Escasany (“Duhalde transita por un camino inverso al de Menem”) fueron apoyadas por Ruete Aguirre, del Banco Roberts, de la AFJP Máxima y del Consejo Empresario Argentino, pero rechazadas por la Sociedad Rural y la Unión Industrial, donde posiblemente un duhaldista (Claudio Sebastiani, diputado del PJ de la provincia de Buenos Aires) pase a ocupar la presidencia de los patrones industriales.


La arremetida de Escasany y Ruete Aguirre prácticamente produjo una división en el Grupo de los 8, algo que ya se vio en las negociaciones con la CGT, cuando un sector, comandado por Blanco Villegas, aceptó la propuesta de flexibilidad lanzada por la burocracia sindical.


Tejido financiero


Duhalde armó en torno del Banco Provincia una poderosa red financiera, a la que integró a las principales fuerzas patronales, como la Sociedad Rural y la Unión Industrial, que ocupan sendos puestos en el directorio.


Desde el Banco Provincia, Duhalde financió a la oligarquía y a los patrones industriales con generosos créditos, lo que le valió el apoyo entusiasta de estas fuerzas.


Además, tejió acuerdos con importantes pulpos financieros internacionales. Por ejemplo, el 49% de la AFJP Orígenes pertenece al Banco Santander, quien además se encarga del gerenciamiento. En la ART Provincia, el 10% de las acciones está en manos de la francesa CNP Assurances (socio de la AFJP Previsol) y otro 7% en el pulpo norteamericano General Re. En Provincia Vida, dispuesto a intervenir en la privatización de la salud, el 40% pertenece a CNP Assurances. Además, el Provincia participa en el grupo bancario europeo Probanca con el 20%.


Con el banco y estas alianzas con un sector del imperialismo, el Provincia salió a disputar importantes negocios directamente antiobreros, como la jubilación privada o el seguro de accidentes de trabajo, y chocó con el Galicia, el Roberts y el Citibank, que querían monopolizar toda la torta. No hay que olvidar que en esa disputa, estos banqueros no dudaron en dividir la Cámara de AFJP cuando vieron que la presidencia recaía en Orígenes, en la figura del ex-hombre fuerte de la Sociedad Rural, Guillermo Alchouron.


Con esto, Duhalde ha querido contar con una base propia para financiar a un vasto sector de la burguesía y la oligarquía bonaerenses, que de otro modo debería caer en las redes de los pulpos bancarios.


Por eso, Duhalde no duda en privatizar Eseba, la distribuidora eléctrica de la provincia, y la red de aguas, que pasarán a manos de grupos privados, muchos de los cuales se financiarán en el Banco de la Provincia. Y al mismo tiempo critica el aumento de las tarifas telefónicas, que perjudica a esa misma oligarquía y burguesía bonaerenses.


Veto


El ataque de la dupla Escasany-Ruete Aguirre busca reforzar a Menem contra Duhalde y forzar nuevas privatizaciones. Pero esta pretensión choca contra el hecho de que el riojano puede no llegar a 1999, por la velocidad de la descomposición política y económica. De ahí que las palabras de la dupla-usurera marcan el paso y el apoyo de los grupos financieros más concentrados hacia las filas de Palito Ortega, del cavallismo y, eventualmente, del Frepaso.


En los hechos, entre estos sectores se ha formado un frente llamado “antimafia” o “anticorrupción”, lo cual tiene un propósito muy claro: pugnar para que un conjunto de negocios, como el correo, pasen a la órbita de los pulpos norteamericanos.


Graciela Fernández Meijide repitió en Londres unas doscientas veces que lo fundamental para los capitales externos es la “seguridad jurídica”, es decir que se respetará lo hecho y se continuará con la política de las privatizaciones. En Brasil, elogió al privatizador y represor de los campesinos sin tierra, Fernando Cardoso.


Esta división patronal forma parte del proceso de descomposición del menemismo y preanuncia choques aún más fuertes. Para los trabajadores y la izquierda es una oportunidad para hacer punta en sus reclamos contra los privatizadores, la flexibilización laboral, la jubilación privada y para poner en pie un Frente de Izquierda, como alternativa independiente de los explotados.