Políticas

25/9/2022

La grave situación laboral en Córdoba

Se crea una condición objetiva para el desarrollo de un gran movimiento de reclamos y de lucha.

los "Chalequitos Celestes" un ejemplo de precarización laboral y salarios de miseria.

En la semana se conoció el informe del Indec sobre mercado de trabajo en el país para el segundo trimestre, y la noticia se concentró en una supuesta baja de la desocupación. En la provincia de Córdoba, que sigue siendo el distrito con mayor desocupación, también se informó esa merma. La desocupación habría pasado en el Gran Córdoba del 9,7% en el primer trimestre de 2022 al 8,7% en el segundo trimestre. El 1% de caída de la desocupación encubre un crecimiento significativo de la desocupación que se presenta como “subocupación” y de la precariedad y el trabajo en negro que se extiende a la gran mayoría de trabajadores. No hay ninguna mejoría, la grave situación laboral en Córdoba empeora.

Los datos más relevantes del informe se centran en el crecimiento de la subocupación y de los ocupados que demandan trabajo. En el primer trimestre de 2022 la subocupación llegaba al 14,1%, unas 106 mil personas. En el segundo trimestre esa población trepa al 17,2%, que representan 134 mil trabajadores. Recordemos que un “subocupado” es aquella que persona que trabaja desde una hora a la semana, y que incluye por ejemplo a quienes tienen un programa social o una beca. Como se ve claro, la desocupación no bajó, sino todo lo contrario.

La población ocupada que demanda trabajo creció del 26,9% al 28,8% del primer trimestre al segundo, pasando de 202 mil a 225 mil personas. Se trata de trabajadores que tienen una jornada semanal superior a las 35 horas de trabajo; en su gran mayoría son trabajadores pobres que no llegan a fin de mes con lo que ganan, y ello los obliga a tener una mayor carga horaria. La situación de la sobrecarga de trabajo semanal es muy negativa para la salud, porque crece el riesgo de enfermedades y accidentes laborales, pero también está comprobado que crece la probabilidad de contraer otras enfermedades, como cáncer, obesidad, y afecciones psiquiátricas.

Según un informe del Ieral entre trabajadores privados del gran Córdoba, no está registrado el 52% (La Voz, 19/9); es decir trabajan en negro, si aportes previsionales, obra social ni ART. El informe, que fue hecho sobre los datos del Indec del primer trimestre de 2022, establece que hay 427 mil trabajadores privados, de los cuales solo están registrados 204 mil. También se menciona que la informalidad viene imponiéndose sobre la registración desde julio de 2021, y que los trabajadores no registrados cobran un salario promedio 25% inferior al del trabajo registrado.

Ese mismo informe arroja que hay unos 176 mil cuentapropistas, que representan el 26% de las y los trabajadores ocupados. En este sector, la mayoría la integran los de menor calificación y asimismo existe un alto nivel de informalidad, donde ni siquiera están inscriptos como monotributistas. Justamente el monotributo, ha sido la gran herramienta legal que ha tomado las patronales y el propio Estado capitalista en todos sus niveles; para impulsar un profundo proceso de precarización laboral y de desconocimiento de derechos laborales. Pero en este sector, un gran parte ni siquiera tiene acceso a esto.

En el primer trimestre de 2022, el Gran Córdoba tenía una población económicamente activa (PEA) de 752 mil personas. Si sumamos desocupados (73 mil personas), trabajadores no registrados (204 mil) y cuentapropistas-precarizados (176 mil), tenemos como resultado que el 62% de la PEA tiene problemas laborales. Del mismo modo, si sumamos ocupados que demandan trabajo, más desocupados y subocupados tenemos que el 50% de la PEA necesita trabajo. Entre desocupados y subocupados hacen 24%. Según el informe del Indec para el segundo trimestre ese porcentaje se eleva al 26%.

De la estadística surgen dos conclusiones políticas contundentes. La clase capitalista y el FMI, como así también los partidos patronales, pretenden avanzar en el terreno formal en una reforma laboral que se viene desarrollando ampliamente en los lugares de trabajo y más en general en el conjunto del proceso económico nacional. Quieren borrar de las leyes y de los CCT los derechos que ya desconocen al trabajador. Para ello cuentan con la complicidad de la burocracia sindical.

Por otro costado, al arrojarse a cientos de miles de trabajadores a la desocupación, precarización y trabajo en negro, se crea una condición objetiva para el desarrollo de un gran movimiento de reclamos y de lucha. Esta es la base material en la cual se desarrolla el enorme movimiento piquetero, donde el Polo Obrero es su agrupamiento más avanzado, política y organizativamente hablando.