Políticas

22/1/2009|1070

La guerra sigue

La declaración unilateral de “cese del fuego” por parte de Israel no significa que haya cesado la agresión al pueblo de la Franja de Gaza.

Las acciones militares continúan. En la madrugada del martes 20, navíos israelíes bombardearon la costa de Gaza para “reforzar el bloqueo naval” (Ambito Financiero, 21/1). En el norte de la Franja, un agricultor palestino fue muerto a tiros por soldados israelíes. Otros dos niños se sumaron a la larga lista de chicos muertos cuando explotó una bomba sin estallar.

Los palestinos apresados por Israel durante la operación siguen detenidos; no se ha dado a conocer su número, ni sus nombres, ni su lugar de detención. Están desaparecidos.

Tampoco terminó el bloqueo. El ejército se retiró pero continúa bloqueando Gaza. El secretario general de la ONU pidió la apertura de los pasos fronterizos; Israel los mantiene cerrados. Ni siquiera se autoriza el paso de los artículos de primera necesidad.

“Se está permitiendo sólo el paso de medicinas, a cuentagotas, pero los camiones no pueden atravesar este puesto limítrofe (Rafah), y hay que descargar la carga de un lado de la frontera y volver a cargarla en otro” (ídem). En Gaza hay más de 5.000 heridos que necesitan medicinas de manera urgente; también, miles de enfermos crónicos que desde hace tres semanas no reciben sus remedios. Muchos de ellos van a morir.

No entran alimentos. El 20% de las viviendas fue destruido por los bombardeos, pero no se permite el ingreso de materiales de construcción. En pleno invierno, no se permite la entrada de combustibles y, por lo tanto, no hay energía eléctrica.

Egipto cerró por exigencia de Israel el paso de Rafah, que lo comunica con la Franja de Gaza. Pero el control del paso no ha sido resuelto. Poco antes de anunciar el “cese del fuego”, las cancilleres Livni y Rice firmaron un “acta de entendimiento” por la cual Estados Unidos y la Otan se comprometen a obstruir el contrabando de armas hacia Gaza. Pero Egipto, que es el país de donde salen los túneles que llegan a Gaza, fue expresamente excluido el “entendimiento”. La exclusión se hace más notoria porque, precisamente, Egipto negociaba con Israel y Estados Unidos las condiciones para combatir el contrabando de armas hacia Gaza.

No es de extrañar, entonces, que la cancillería egipcia calificara el “entendimiento” Estados Unidos-Israel como “una ficción” (Haaretz, 19/1) y que declarara que Egipto “no está comprometido” por el acuerdo (Haaretz, 18/1). Egipto rechaza el establecimiento de tropas extranjeras en su territorio. Para que el ‘entendimiento’ funcione, será Obama el que deberá ‘persuadir a Egipto’. Sin el acuerdo de Egipto será imposible hacer entrar en vigor el “entendimiento” que firmaron.

La guerra sigue.