Políticas

30/3/2020

La “inasistencia” de alimentos del gobernador Suárez en los barrios de Mendoza 

Conseguir alimentos en esta cuarentena se está volviendo un calvario para las familias obreras. 

El remarque de precios es cada vez más constante. La inflación supero el 50% interanual en el mes de febrero pasado y ya se ve en las góndolas un aumento de más o menos 30% en todos los productos. Alimentar a una familia se está volviendo una odisea, por los precios y por la falta de recursos e ingresos en medio de una crisis sanitaria que combina una recesión económica. 


¿Existe verdaderamente una política de asistencia de alimentos?


A esta altura de la cuarentena, el gobernador está improvisando una política de asistencia de alimentos absolutamente menor. En las escuelas se ha distribuido a 1 de cada 6 niños aproximadamente un módulo de 5 o 6 productos alimenticios. 


En algunas Intendencias te hacen sacar “turno de espera” individuales (de 8 a 11:30 hs) para que los/as Trabajadores Sociales hagan un “test de pobreza” y ahí se apruebe acceder a una ayuda de alimentos. Es por ejemplo lo que hace Marcelino Iglesias en Guaymallen. 


Están obviando el reclamo de asistencia de alimentos sin restricciones, intentando anular y prescindir de la colaboración independiente de las organizaciones sociales en la distribución de alimentos. 


Al parecer, los recursos del Estado provincial y los municipios deben ser puestos a seguir favoreciendo la ganancia de los privados en los hospitales (con los servicios de limpieza, camillas, enfermeros, etc.), en la recolección de residuos o las obras a realizar. 


Desde que empezó la cuarentena, no se ha cortado ningún negocio capitalista ni se han tomado medidas anti patronales aun. Al contrario se está yendo a fondo con los reclamos patronales como subsidios y bajas impositivas, a costa de hacer pasar hambre a las familias humildes y obviando el reclamos de las organizaciones sociales de asistencia de alimentos sin restricciones. 


Tanto Suárez como el gobierno nacional, si realmente quieren tomar medidas de urgencia para asistir con alimentos a los barrios, la vía más factible y rápido es apoyarse en el desarrollo y capacidad de acción de las organizaciones sociales y satisfacer todos los reclamos. 


Con lo que están haciendo, solo están sacando anuncios para la tribuna, mientras el hambre se profundiza día a día.


Interpongamos un programa obrero y popular a la crisis de alimentos


En año 2019 Mendoza fue una de las provincias con más chicos y adolescentes pobres (Según encuestas de la UCA), aun así nos dimos “el lujo” de permitir que cierren Fabricas enlatadoras de alimentos como La Campagnola. 

En su momento Cornejo no estableció ningún tipo de sanción a esa patronal por irse de la provincia a San Luis y dejar en vela a 130 familias que se quedaron sin su fuente de trabajo. 


Ante la profundización del hambre en los barrios populares, ¿no correspondería que se expropie ese establecimiento y ponga a trabajar bajo control obrero esa fábrica para producir alimentos y asistir a cientos de familias con hambre?


¿No correspondería girar recursos del Estado a fábricas como La Terre por ejemplo,  reacondionarlas, poner al máximo su producción y así dar respuesta a la grande demanda de alimentos en esta cuarentena?


No se hace porque existe una rabiosa política pro patronal.


Los tiempos son determinantes en esta crisis, o se interpone un programa de la patronal arrasando con las condiciones de vida de miles de personas arrastradas al hambre y el contagio o se interponen los reclamos obreros y populares.


Bajo esa perspectiva preparamos a los cientos de compañeros/as en los barrios. Reclamamos al gobernador que asista con alimentos a los barrios. Que arme un cronograma de entrega semanal de kits de higiene a los vecinos a través de los centros de salud. 


Que se expropie y ponga a trabajar bajo control obrero las fábricas cerradas de alimentos. Que se destinen recursos y se produzca al máximo las ya existentes, en ambos casos contratando mano de obra con un salario igual a la canasta familiar para atacar el desempleo. 


Los tiempos corren y son cruciales. Si no nos lleva puesto la pandemia y el hambre. Todo esto es incompatible con el pago y renegociación de la deuda, con la política pro patronal. 


Suárez tiene que repensar todo su esquema de gobierno y dar respuesta real a los reclamos populares.