Políticas

13/1/2017

La Infantería vuelve a reprimir a los manteros


Una nueva represión contra los manteros de Plaza Once ha dejado como saldo al menos cinco detenidos. 


 


Un cordón de la Infantería avanzó a lo largo de la Avenida Pueyrredón para desalojar a un grupo de manteros que cortaban la calle y que fueron excluidos del registro abierto por el Gobierno de la Ciudad para una reubicación geográfica de los manteros y un subsidio que consiste en dos pagos de 11,700 pesos (a cargo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa, CAME). A su vez, un tercer sector de los manteros critica el acuerdo.


 


Fuentes periodísticas indican la participación de policías de civil.


 


El legislador porteño y dirigente del PO, Marcelo Ramal, denunció en Twitter la represión y las detenciones y aludió al cinismo del gobierno: “Obligan a manteros a vender en blanco. Pero no tocan a sus proveedores esclavistas, que les venden en negro”.


 


Precisamente, el Estado apuntó sus cañones exclusivamente contra los desocupados, cuyo único y precario sustento es la venta ambulante de ropa, juguetes, baratijas y comidas típicas. El intento del gobierno de presentar esta acción como un enfrentamiento contra las mafias es una impostura. 


 


 


Mientras el gobierno ataca a los vendedores que echan una manta para subsistir, las mafias que oprimen a los manteros y confiscan parte de sus ingresos tienen todo tipo de vasos comunicantes con el aparato estatal y la clase capitalista que lucra con el trabajo precarizado.


 




 


El gobierno busca, asimismo, dar una señal política de control de la calle: un tiro por elevación contra las protestas populares en un período de fuerte ajuste. Asistimos, en estos mismos días, a una represión contra la comunidad mapuche de Chubut y en los primeros días del año fueron atacados los trabajadores del Ministerio de Educación.


 


Abajo la represión.


 


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