Políticas

23/11/2022|1658

La izquierda y la muerte de Hebe de Bonafini

Los pronunciamientos expusieron divergencias importantes.

Hebe de Bonafini.

La muerte de Hebe de Bonafini produjo pronunciamientos desde todas las trincheras políticas. Los sectores más derechistas y reaccionarios desplegaron su odio contra la figura de Hebe, dado su papel relevante en la lucha contra la dictadura y por el juicio y castigo a los genocidas. El kirchnerismo, como era de prever, buscó identificarse con ella desplegando en las redes sociales fotos de la líder de las Madres con Néstor y Cristina Kirchner. Si bien es cierto que el operativo político tiene mucho de hipocresía, dado que no solo ni uno ni otro pueden acreditar haber participado de las luchas por el juicio y castigo a los genocidas, sino que además fueron parte del gobierno del indultador Menem, también es cierto que en las últimas dos décadas la propia Hebe se declaró kirchnerista y avaló prácticamente la totalidad del accionar político. Hebe llegó al extremo de apoyar a César Milani y salir en la portada de la revista de las Madres en una foto con el exjefe del Ejército, a pesar de las fuertes denuncias que tenía por su papel en el genocidio de la dictadura. En contraste con Hebe otras Madres de Plaza de Mayo, denunciaban a Milani por genocida.

En la izquierda los pronunciamientos expusieron divergencias importantes. En las redes sociales los dirigentes del Partido Obrero expusieron las distintas etapas que recorrió la trayectoria de Hebe, desde su enorme papel en la lucha por los derechos humanos y contra los atropellos del Estado y las clases dominantes contra el pueblo, a su última y larga fase caracterizada por la cooptación kirchnerista en la cual pasó a jugar un papel francamente negativo. En una marcha del 24 de Marzo Hebe llegó al extremo de subir a su micro a Aníbal Fernández, esto luego del papel jugado por este funcionario nefasto en crímenes políticos contra el pueblo, como ser el asesinato de Maxi y Darío y luego el de Mariano Ferreyra.

Al momento de trazar un balance de la vida de Hebe, la izquierda tiene la obligación de mostrar el conjunto de su trayectoria, para señalarle a los trabajadores y a la juventud a dónde conduce la cooptación estatal de los movimientos populares. Sin embargo, la mayoría de los dirigentes del resto de los partidos que integran el Frente de Izquierda-Unidad prefirió silenciar ese hecho, o escamotearlo detrás de frases vacías del tipo “más allá de las diferencias de los últimos años” sin aludir a qué referían. Apoyar a Milani o Aníbal Fernández no puede reducirse a una “diferencia” sino que implica cruzar una barrera de clase. Esto es sabido por los partidos y los dirigentes de la izquierda, pero prefieren callar para no enemistarse con el kirchnerismo.

La izquierda, si quiere jugar un papel político independiente y desarrollar la conciencia y la organización socialista de los trabajadores, debe abandonar la pretensión de crecer a la sombra del nacionalismo burgués. Otra vez el tema central pasa a ser la lucha por la independencia de clase y la unidad de los trabajadores.