El Frente de Izquierda en Santa Fe viene de realizar la mejor elección desde su formación. La lista de Carla Deiana a gobernadora (Partido Obrero) y Mauricio Acosta a vice (MST) obtuvo 74.743 votos, lo que equivalió a un 4,26 % de los votantes. Estas cifras son aún mayores en las principales ciudades de la provincia; en Rosario conquistamos el 6,17% y en la ciudad de Santa Fe el 5,16%. Para el cargo de senadora se destacan también las elecciones de Gabriela Meglio (PO), que obtuvo el 8,13% en el Departamento de Rosario; y de María Silvia Remondino (PO) en el cordón de San Lorenzo, con el 4,3%.

Esta gran elección, saludada por el activismo docente y de la salud, y también por el ambiental, barrial y del movimiento de mujeres y de la juventud, fue el resultado de una enorme campaña que tuvo como protagonista al Partido Obrero de Santa Fe. Con recorridas por toda la provincia, las barriadas de las grandes ciudades, los principales centros fabriles y lugares de trabajo y estudio, abrimos un camino de reagrupamiento entre los trabajadores y la izquierda para enfrentar el avance de la derecha y el ajuste en curso del gobierno peronista.

Esta elección del FIT-U no fue impulsada por el resto de las fuerzas que integran el frente. El PTS e Izquierda socialista, luego de perder la interna con la candidatura de Crivaro-Vergara, en los 19 departamentos de la provincia, se borró por completo de la campaña electoral. Un grueso error político, alentado por un faccionalismo que atenta contra el interés general de los trabajadores, en momentos donde se hace más necesario que nunca poner en pie una alternativa de la izquierda revolucionaria en oposición al avance de la derecha y al derrumbe del peronismo.

Semejante actitud los llevó a quedar por fuera de la mayor elección del Frente de Izquierda en la provincia. No sólo no pusieron una mesa de agitación en toda la campaña en favor de la candidatura a la gobernación; el volante que repartieron los compañeros del PTS, por ejemplo, en la ciudad de Fray Luis Beltrán (donde ganaron la interna por solo 3 votos), tenía una imagen de su candidata a concejala acompañada de la de Bregman, Del Caño y Crivaro; borraron la candidatura a gobernadora, en un marco en el que la elección que estaba en juego era esa.

El abandono de la campaña se dio en todos los terrenos. El pronunciamiento docente a la candidatura de Carla Deiana a gobernadora y de Gabriela Meglio (PO) y Diego del Castillo (MST) fue un suceso; se obtuvieron más de 400 firmas entre la docencia combativa, incluyendo a la mayoría de la Comisión Directiva de Amsafe Rosario. El PTS aportó ¡una firma! al pronunciamiento, un boicot a la iniciativa; pese a su escaso desarrollo en el frente ni siquiera sumó la firma de otros militantes de su organización. En este caso, Izquierda Socialista sí trabajo el pronunciamiento, aportando una docena de firmas.

Por su parte, Política Obrera dedicó algunas notas a la elección de Santa Fe, reproduciendo artículos periodísticos sin mayor análisis con alguna crítica timorata al Frente de Izquierda. Mientras la gente saludaba en la calle a Carla por su papel en el debate, y especialmente lo hacía el activismo de diversos frentes, Política Obrera publicaba una nota hablando de un debate intrascendente donde el FIT-U había pasado inadvertido. Semejante despiste solo puede ser obra de una fuerza que abandonó toda agitación callejera y de cualquier tipo. En la última elección se presentó tan solo en dos ciudades, retrocediendo del 2021, donde se habían presentado en cuatro. Sólo se presentaron en la categoría de concejal, con una campaña municipalista. Lo único que se puede destacar es su ingenio para no fijar posición respecto a quién votaban.

Para enfrentar a la derecha vamos con el Frente de Izquierda

La actitud adoptada por el PTS e Izquierda socialista frente a las elecciones provinciales de Santa Fe debe ser rechazada por el activismo que defiende al FIT-U como punto de reagrupamiento contra las fuerzas capitalistas e incluso por la base militante de estos partidos.

De nuestra parte, luego de la importante elección que realizamos en Santa Fe, donde el Partido Obrero fue protagonista, impulsaremos y militaremos por un voto al Frente de Izquierda en las elecciones de octubre, a la lista que encabezan Myriam Bregman y Nicolás Del Caño. Lo que diferencia a un partido revolucionario de una secta, es, ante todo, que pone el interés de la clase por encima del de su propio grupo. Reflexión que debería ser debatida en la militancia de estos partidos.

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