Políticas

29/1/2021

La jornada piquetera en un Chaco sin agua, ni comida, ni trabajo, ni viviendas

Y con altos índices de contagio de coronavirus.

En el marco de la jornada nacional de lucha del Frente de Lucha Piquetero, que tiene al Polo Obrero a la cabeza, movilizamos en las principales ciudades de la provincia de Chaco. Desde Resistencia, Machagay, Bermejo, Quitilipi, Sáenz Peña, Pampa del Indio, Castelli, Espinillo, Isla del Cerrito, Tres Isletas, hasta la vecina provincia de Corrientes. Cientos de compañeras y compañeros han votado un plan de lucha para hacer frente al abandono de los gobiernos provincial y municipales ante las necesidades más sentidas de la clase obrera como lo es el agua, la comida, el techo, las condiciones salariales y laborales.

El gobierno provincial destina una partida mensual de 656 bolsones de mercadería para 2.300 compañeros de la organización, que además se deben repartir en 60 comedores y merenderos. Las compañeras y compañeros deben salir a pedir o poner de sus bolsillos para poder sostener la alimentación de las cientos de familias que asisten allí, y que crece cada día debido al crecimiento de la pobreza. Está situación se agrava en el interior provincial donde no hay agua y los habitantes deben hacer kilómetros a pie diariamente para llegar a conseguir algo tan elemental como es el agua.

Isla del Cerrito.

Venimos de un proceso de lucha junto a las familias de asentamientos y vecinos que se organizan en el Polo Obrero, reclamando al gobierno provincial que se destinen bancos de tierra y planes de viviendas para sobrellevar las más de 150.000 soluciones habitacionales que hacen falta en la provincia. Esto, mientras el gobierno regala los terrenos a sus amigos inmobiliarios, que venden terrenos a precios inaccesibles para la clase obrera del Chaco -aún para aquellos que registren empleos formales.

También están en lucha los trabajadores precarizados de salud, educación, de geriátricos, del Registro Civil y distintas dependencias del Estado, que reclaman el pase a planta, mejores condiciones de trabajo y aumento de salarios. $18.000 mensuales cobran las y los trabajadores de la salud, la primera línea de defensa contra el Covid-19; $12.000 los trabajadores de los geriátricos; $5.000 los precarizados de educación, y cifras similares.

En Chaco se registra casi un 50% de trabajo en negro, y altas cifras de desocupación, según reconoce el mismo gobierno de Jorge Capitanich. Frente a esta situación, el gobernador decretó que se ¡suspendan los pases a planta ¡por 10 años!

Espinillo.

Cientos de hermanas y hermanos originarios se están organizando en las filas del Polo Obrero, sobre todo en el interior provincial, debido al abandono en el que se encuentran y anteponiendo la imperiosa necesidad de organizarse. Familias sin hogares, sin trabajo, expulsados de sus tierras por los pooles de siembra, obligados a modificar sus modos de vida, y su economía ante la política de desmontes del gobierno provincial. Nos hemos planteado recuperar el Instituto del Aborigen Chaqueño (Idach) de manos de los hermanos Charole, para convertirla en una tribuna de los reclamos de las comunidades originarias y no un apéndice del gobierno provincial que las reprime.

La movilización piquetera también apunta a confrontar con las políticas de nuevos tarifazos en la luz y el agua, cuando barrios enteros sufren los cortes de servicios. Ante los reclamos por la desvalorización del salario por la inflación, el trabajo precario, la falta de alimentos en comedores barriales, el gobierno solo responde con represión. Esto llevó a que las organizaciones sociales unan sus fuerzas contra la política represiva de Capitanich, logrando la expulsión de Gustavo Olivello (secretario de Ordenamiento Territorial).

Pero los problemas esenciales siguen en agenda. La salida es la organización de trabajadores para conquistar los reclamos y hacer retroceder el brutal ajuste que se descarga sobre la clase obrera.