El gobierno Rodríguez Larreta viene recortando la asistencia en los alimentos y bajando la calidad de los mismos que llega a los comedores de las villas de Capital Federal. Lo mismo sucede con la asistencia alimentaria que se entrega en colegios, ya sea en forma de viandas o bolsones, y viene siendo golpeada en todos sus aspectos.

Durante los primeros meses del año la comunidad educativa salió a denunciar el alimento que llegaba a los colegios por ser insuficiente, de mala calidad y en muchos casos por estar en mal estado. Así mismo esas viandas a comienzos de la cuarentena fueron reemplazadas por bolsones alimentarios que quedan aún más lejos de brindar una nutrición adecuada y solo se pudo llevar cabo su entrega a todes les chiques gracias a la labor de les docentes, quienes se pusieron al hombre esta tarea sin haber recibido los materiales de seguridad e higiene.

Durante estos 9 meses de cuarentena Larreta junto con la ministra Acuña no discutieron un plan de emergencia para garantizar la conectividad de miles de chiques que ve afectada su cursada virtual por no tener lo elementos necesarios. Tampoco un plan de infraestructura escolar, con la desinfección de ratas, palomas y cucarachas que llenan las aulas. Su única respuesta frente a estas problemáticas fue la vuelta a clases en medio de la pandemia, sin condiciones de infraestructura y sanitarias, poniendo en riesgo la vida de estudiantes, docentes y familias enteras

Llegando a fin del año escolar el gobierno de la ciudad plantea el recorte de esta misma “asistencia” durante enero, febrero y marzo.

Este recorte afecta el doble a las familias si se tiene en cuenta el contexto de crisis social y económica que se agravó durante la cuarentena. En las villas y barrios más vulnerables se ve día a día cómo crece el hambre, la pobreza (que alcanzó 44,2% de la población), el desempleo y el trabajo informal, la crisis habitacional que arroja a miles de familias y pibes a la calle, hoy dejando un 10,1% de indigencia.

Es un contexto que deja en claro cuáles son las tareas de la juventud.
• Impulsar una gran campaña contra el hambre, firmando el petitorio para que el gobierno siga garantizando la entrega de los bolsones escolares, ya sea mediante la implementación inmediata de una tarjeta alimentaria o contratando personal idóneo.
• Organizar ollas barriales para empadronar a toda la juventud.
• Impulsar charlas y reuniones abiertas que aborden todas estas problemáticas.
• Movilizar y acampar el miércoles 9 junto con las organizaciones del frente de lucha piquetero contra el recorte de alimentos en los comedores.
• Movilizar a la Legislatura el jueves 10, día en que se vota el presupuesto 2021 de la Ciudad de Buenos Aires para rechazar el ajuste que se plantea dejando al presupuesto para educación, salud, la asistencia de los programas sociales y de la obra pública por debajo de la inflación.

Llamamos a toda la juventud a poner en pie un programa político, reivindicativo y de lucha durante todo el verano que plantee la necesidad de tomar en nuestras manos la organización por todos los derechos de la juventud y la clase trabajadora.