Políticas

12/10/2021

elecciones 2021

La lucha contra la derecha en Córdoba

Solo el FIT-U tiene una salida a la grave situación social que vive la provincia.

Los últimos datos informados por el Indec formalizan la grave situación social que se vive en la provincia. La pobreza alcanza al 46,6% de la población, y la indigencia se ubica en el 10,8%. La desocupación llega al 12,4%, pero a ello hay que sumarle un 27,5% de subocupación. Si integramos a los desocupados, a los subocupados, a los ocupados demandantes de trabajo (precarizados) y a los inactivos marginales (desocupados que ya no buscan trabajo); tenemos a la mitad de los trabajadores con gravísimos problemas laborales. A todo esto se suma el nivel de los salarios siempre por debajo del promedio nacional, establecido en los $43 mil mensuales.

La desocupación y la miseria salarial van incidiendo en un notorio deterioro social que se visualiza por muchos costados. Un informe de agosto pasado (Idesa) marca que 128 mil personas durante la pandemia dejaron de ser “clase media” para pasar a formar parte de la población pobre. Cada vez son más los cordobeses que dejan de pagar servicios básicos e impuestos; según un informe publicado en La Voz, las empresas habían enviado 150 mil intimaciones en los primeros cuatro meses del año. La cuestión de la vivienda es tremenda, y crece notoriamente el número de personas en situación de calle, como así también las ocupaciones y asentamientos precarios.

Esa es la realidad cruda que enfrentamos, responsabilidad completa de los gobiernos de Fernández y Schiaretti (y antes de Macri), que gobiernan para el FMI, los banqueros y los sojeros. Esto se expresó con contundencia en las elecciones Paso. La lista del PJ-kirchnerismo sufrió una fuerte derrota obteniendo el 11% de los votos. También fue derrotada en forma contundente la lista de Macri-UCR dentro de la alianza Juntos por el Cambio, que alcanzó el 17% de los votantes, contra el 28,5% de Juez-De Loredo. El gobierno de Schiaretti alcanzó el 25%, pero ese resultado lo deja bien atrás de lo obtenido por la alianza macrista.

Justamente la dupla Juez-De Loredo se ha presentado como la variante más extremista del macrismo, como el ala “bolsonarista”. Aprovechando el nuevo fracaso del kirchnerismo, desarrolla un programa que tiene como puntos fundamentales el pacto con el FMI y el pago de la deuda usuraria, la reforma laboral precarizadora y la previsional, la eliminación de las retenciones, la derogación de la ley de IVE y el reforzamiento y la impunidad del aparato represivo. En una de las actividades de balance, Juez le agradeció y le dedicó el triunfo a Patricia Bullrich.

El resultado de las Paso ha incidido en la voluntad política de la burguesía que domina en la provincia, principalmente la agraria. Hasta el momento esa burguesía tenía como fuerza nacional al macrismo, pero en Córdoba sus negocios los cuidaba el PJ local. De ahí la estrecha relación de Macri con Schiaretti. Pero el derrumbe del propio Macri, el desgaste de Schiaretti y el planteo de avanzar con un programa a fondo, están llevando a esa burguesía a dar un giro. Habrá que ver cómo evoluciona, pero los pronunciamientos de Bullrich y Larreta en contra de Schiaretti, y el alineamiento completo de la UCR detrás de Juez, marcan el camino.

La respuesta de Schiaretti a esta situación ha sido profundizar su derechismo, la misma política que sostiene Cristina Fernández. A los pocos días de las Paso, Schiaretti se convirtió en abierto opositor del gobierno nacional, y se reunió con la mesa de enlace sojera para reclamar el fin del cepo a la carne, la eliminación de las retenciones y una nueva ley de biocombustibles, entre otras medidas. A la vez, hizo lanzar su candidatura presidencial de cara a 2023, con el objetivo de dividir los votos peronistas a nivel nacional y favorecer al armado macrista (e incluso integrarlo), con la intención de que el macrismo se presente nuevamente dividido en Córdoba, lo que resulta dudoso a esta altura.

La derecha fascistizante de Juez y la derecha de Schiaretti solo traerán más pobreza, desocupación y precarización laboral. Ante el fracaso del kirchnerismo y para enfrentar a la derecha, es necesario poner en pie un gran movimiento de lucha en toda la provincia que defienda un programa de salida de las y los trabajadores, es decir el aumento de salarios y un salario mínimo, la generación de puestos de trabajo genuino, el acceso a la tierra y un plan de viviendas populares, la defensa del aborto legal, entre otros reclamos populares. Para ello, es fundamental que el Frente de Izquierda-Unidad convoque un congreso provincial, que movilice a los miles de activistas que luchan a diario por esta salida. Con este planteo vamos por una gran campaña de movilización de cara al 14 de noviembre y por una gran elección del FIT-U, que nos permita consagrar diputadas de izquierda.