Políticas

26/8/2004|865

La lucha popular enfrenta la descomposición del Municipio

Por una alternativa obrera y socialista

Desde su triunfo en las elecciones municipales del 2003 (los radicales se derrum­baron después de gobernar la comuna bahiense desde el ‘83), el intendente del PJ Lopes va de crisis en crisis. Las renuncias de gabinete, que comenzaron incluso antes de la asunción, aho­ra afectaron a la funcionaria encargada del tra­bajo sucio de reparto de la “asistencia social” en beneficio del aparato de punteros del inten­dente.


Crisis y corrupción


Acaba de estallar otra bomba, con las de­nuncias sobre un pedido de coima de 40 mil pe­sos para la ampliación del bingo, en las cuales están involucrados el principal funcionario de Lopes (Botazzi, un hombre que viene de la Ucd), y otro secretario del gabinete municipal. Para colmo la Intendencia quiere construir un puen­te en la zona de boliches, a pesar de la virulen­ta oposición de los vecinos y la movilización de las asambleas vecinales y sociedades de fomen­to.


Provocación y represión


Bahía Blanca fue uno de los centros de la lu­cha docente y estatal por el aumento de 250 pe­sos al básico, impulsadas por el Suteba bahien­se (opositor a la burocracia celeste). Mientras la Intendencia ataca al sindicato y a los auxiliares que pararon, la ciudad se ha visto conmovida por una ola de amenazas de bombas en escue­las y jardines que tiene el sello inconfundible de los servidos. El fascista ‘Nueva Provincia’ equi­para el desalojo de las escuelas por las amena­zas, a los días sin clase por los paros. Desde el riñón del PJ, el concejal Feliú quiere reeditar el "Código de convivencia porteño”. Pese a lo gro­tesco de este proyecto llamado popularmente "piñón fijo”, el Concejo Deliberante coincide en el propósito de "regular el trabajo en la vía pú­blica y los cortes de calles”. En la mira están las marchas docentes, de desocupados, ahorristas, estatales y bailarines. El próximo 6 y 7 de sep­tiembre se desarrollará el juicio a Marcelo Albarracin, del MTL, y están en lista de espera los procesos a los más de 150 piqueteros y lucha­dores por los cortes en EG3 y el Polo Petroquímico.


Siguen las luchas


Producto de un reclamo tan elemental como el pedido de zapatillas de baile, el Ballet del Sur no realizó la función de gala del 9 de julio. Esto desató la ira de Solá, que mandó —como repre­salia- un interventor al organismo para “reevaluar” a todos los integrantes del Ballet.


El miércoles 18, más de trescientas personas marcharon y rodearon el Teatro Municipal, “en defensa de la cultura” y contra la flexibilización laboral en los organismos culturales de la provincia. La decisión de “no innovar” por parte de la Justicia (bajo el peso de la movilización que ha hecho de la defensa de los trabajadores del Ballet una causa popular) ha dejado al garete a la Intendencia. La movilización solidaria de Su­teba y de ATE (donde la huelga pasada ha abier­to una crisis en la vieja burocracia) ha fortalecido al Ballet del Sur (el pliego de reclamos con­templa el control de su presupuesto.


Programa de lucha


Se mezclan en el escenario popular las de­mandas de los trabajadores y las clases medias, de un lado, y la creciente descomposición de la intendencia justicialista, del otro. El Partido Obrero plantea:


  • Apertura de las cuentas públicas bajo control obrero y popular.
  • Formación de una Comisión Investigadora de lo actuado por el intendente Lopes y de la cam­paña de amenazas, a cargo de las organizaciones populares, democráticas, de lucha y repre­sentativas de los trabajadores y los vecinos.
  • Aumento inmediato de salarios y 250 pesos de aumento al básico para estatales y docentes.
  • Plan de obras públicas bajo control y veto de las organizaciones vecinales y de trabajadores.
  • Bolsa de Trabajo bajo el control de las organizaciones de desocupados.
  • Desprocesamiento de todos los luchadores.
  • No al “Código contravencional bahiense”.


Fuera la intervención del Ballet del Sur