Políticas

15/12/2021|1634SP

La lucha por la tierra y la vivienda es un problema continental

Sur - Córdoba

El pasado 28 de noviembre se desarrolló una mesa redonda de manera virtual con el Movimiento Sin Techo de Callao y Lima, ambas importantes ciudades de Perú. De la mesa participaron referentes de ocupaciones y de diferentes procesos de lucha por la tierra y la vivienda, y profesionales del sector. Esta mesa contó, además, con compañeros de la Mesa Nacional del Polo Obrero que participaron luchas por la tierra y la vivienda.

El debate mostró los puntos en común en lo referente a la falta de vivienda debido a la acumulación capitalista de la tierra para la especulación inmobiliaria, la falta de inversión estatal para dar soluciones habitacionales para las familias trabajadoras, también fue claro el rol que cumplen las fuerzas represivas con desalojos violentos, para garantizar el negocio de los especuladores.

César Zelada, presidente del Movimiento Sin Techo, planteó que el déficit habitacional en Perú antes de la pandemia ascendía a 1.800.000 viviendas. Marcó cómo los grupos de poder junto con los diferentes gobiernos se quedan con las tierras disponibles y desarrollan un gran negocio con la venta de manera informal de estas tierras. Explicó que las familias se ven forzadas a ocupar terrenos ante la imposibilidad de acceder a créditos y planes de vivienda públicos, y finalmente dejó planteado la necesidad de una lucha legal con proyectos de ley, a la par de la lucha organizativa por la tierra y la vivienda.

Alvaro Espinoza, economista y especialista en vivienda, mostró los datos de su investigación, donde en los últimos 20 años aumentó en un 50% la construcción de viviendas, de la cual el 93% es construcción informal, es decir, sin servicio y en promedio se tarda entre 15 y 20 años el acceso a estos y a la regularización de la vivienda.

Emanuel Berardo, del Polo Obrero, marcó que el problema de la vivienda y la política de acaparamiento de tierras por parte de los especuladores con la complicidad del Estado es un proceso en todo Latinoamérica y planteó que el déficit habitacional en Argentina es de más de 4 millones de viviendas.

A su vez, desarrolló la importancia de la organización por la tierra y la vivienda, presentando los proyectos de ley, explicando el problema y la salida al conjunto de los trabajadores y destacando que lo fundamental es organizar las asambleas y las ocupaciones para garantizar este derecho, “como lo hicimos en el barrio Cabildo en Córdoba, donde convertimos un basural en un barrio obrero y con la movilización obligamos al Estado a urbanizar el barrio”.

Liz, una compañera de la ocupación de Lomo de Corvina (Perú), relató cómo fueron estafados y luego desalojados por las fuerzas represivas y denunció las condiciones de extrema precariedad en las que están viviendo sin respuesta.

Edgardo Mari, de la mesa del Polo, planteó cómo gobierno tras gobierno se agudiza el problema habitacional y que el 50% de la población está bajo la línea de la pobreza, así como la contradicción en un país con salarios en pesos y los precios dolarizados, puntualizando esto en el problema de la vivienda. Dejando planteado cómo se dio el proceso de organización en Guernica, por medio de las asambleas y elecciones de delegados, donde los comedores populares eran centros de organización, y cómo se logró el apoyo de sindicatos clasistas y artistas que fueron un importante impulso para la lucha; como también lo fue el plenario junto a otras ocupaciones.

El debate dejó como conclusión que el problema no es la falta de recursos, sino el destino de estos, ya que mientras se profundiza la desocupación, el hambre y la miseria los recursos, en vez de ser destinados a dar solución al conjunto de los trabajadores, son utilizados para el pago al FMI y para garantizar las ganancias capitalistas, por lo que es necesario profundizar la organización de los trabajadores por el derecho a la tierra y la vivienda y por todas nuestras reivindicaciones.