Políticas
16/9/2024
La ludopatía y el negocio de las apuestas online
Gabriel Solano presentó un proyecto de ley para derogar la resolución que habilita la explotación de apuestas online.
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Gabriel Solano.
En el último tiempo se comenzó a dar un debate público sobre la ludopatía y el circuito de apuestas online que parte de una situación que afecta a millones de personas en todo el país. Se ha profundizado en los últimos años, como producto de la pandemia y la virtualidad, pero en gran medida por la crisis social, el desempleo y los bajos salarios a los que nos vienen sometiendo los sucesivos gobiernos.
Ya al momento de su aprobación por parte de la Legislatura porteña, a fines de 2018, y al momento de su reglamentación a comienzos del 2019, advertíamos de este gigantesco negocio para las casas de apuestas y sus relaciones con el Estado. El argumento de que lo recaudado por impuestos sobre esta actividad se usaría para combatir la ludopatía, entre otras cuestiones, rozaba el ridículo.
La problemática de la ludopatía (adicción al juego), no solo en los menores de 18 años, sector en el que se enfocan los proyectos presentados por varios bloques políticos en la Legislatura porteña, se da a partir de los negociados con los que se enriquecen las casas de apuestas, y que ha encontrado en la modalidad en línea un salto exponencial.
El hecho de tener a la mano la posibilidad de apostar sobre una infinidad de deportes y mediante una gran cantidad de páginas y plataformas, ha hecho que la idea instalada de que exista una “salvación” individual, frente al hambre y la miseria, se disemine de manera acelerada, aumentando los casos de ludopatía.
Los proyectos presentados, además del de Solano, plantean regular las apuestas online, limitando su uso para menores de 18 años mediante la utilización de datos biométricos para que no puedan falsear su identidad, haciendo una campaña de difusión de la problemática, aumentando las multas para las páginas de apuestas que no cumplan con las reglamentaciones vigentes, y limitando o prohibiendo la publicidad de casas de apuestas en eventos deportivos y medios en general. Lo que quiere el gobierno es que solo puedan funcionar las casas de apuestas legales, que tributan al fisco y le sirven de ingreso. La aprobación de su explotación en su momento se dio cuando estas ya funcionaban de hecho.
Distintos estudios muestran cómo se ha desarrollado esta patología en los últimos años como consecuencia de tener en el bolsillo la posibilidad de apostar sin límites. Si bien la problemática se está abordando desde la perspectiva de que afecta sobre todo a la juventud, siendo que la misma está expuesta de una manera más aguda por encontrarse en la etapa de desarrollo, la ludopatía afecta a la población en general. Se estima que aproximadamente 19 millones de personas juegan frecuentemente en el país, y que el 7% pueden ser considerados adictos, según las estadísticas del Observatorio de Adicciones y Consumos.
Otro estudio, realizado en mayo de este año por la consultora Opina Argentina, detectó que el porcentaje de jóvenes que apuesta de manera frecuente duplica al de los adultos, y que es mayor en los varones que en las mujeres. Por otro lado, señala que el 39% de los encuestados manifestaron estar de acuerdo con la prohibición de las apuestas online, mientras que el 38% plantea su regulación. Entre el primer registro se identifica que los grupos con un nivel educativo menor tienen mayor inclinación a la prohibición.
Es evidente que la Ley 6.630 de prevención y concientización sobre el juego patológico aprobada en 2020 no ha logrado frenar esta situación. La proliferación de casas de apuestas online, como un rubro con un alto nivel de ganancias en todo el mundo, ha encontrado en la Ciudad de Buenos Aires un lugar donde poder proliferar gracias al negocio que implica para quienes se dedican a su explotación y a los gobiernos que lo ven como una manera de recaudar impuestos.
La alarmante cantidad de publicidad en medios de comunicación, redes sociales y eventos deportivos, siendo sponsors de los clubes de fútbol más importantes y hasta de la selección argentina, hace que tenga un efecto mínimo cualquier medida paliativa que se quiera tomar.
El aumento exponencial de la ludopatía no se puede ver de manera independiente de la crisis social que va en aumento, en medio de la cual las apuestas son vistas por una parte de la población como una salida “milagrosa” o de poder proveer dinero a sus familias, que de otra manera no podrían hacer. Se ha mencionado en una jornada realizada en la Legislatura, al respecto del problema de la ludopatía, que en sectores de población de pocos recursos se plantea el hecho de que “es mejor que ser transa”. A esa dicotomía nos ha llevado la grave crisis social a la que nos han llevado.
La mera regulación, en este contexto, prohibiendo las casas de apuestas ilegales porque no cumplen con las normativas y no tributan impuestos; limitando el uso por parte de los menores de 18 años con el uso de datos biométricos; realizando campañas de difusión y disminuyendo la publicidad en distintos ámbitos no son medidas que vayan a resolver el problema. Es por esto que con el proyecto presentado se busca que se deroguen las resoluciones que permiten y reglamentan la explotación de las apuestas online. La habilitación de las mismas no trae ningún beneficio para la clase trabajadora, solo negocios para los capitalistas amigos de los gobiernos. Planteamos suspenderlas mientras se discuten el resto de los proyectos y entendemos que hay que anularlas de manera definitiva.