Políticas

27/12/2002|786

La Marcha Federal y la Constituyente

En la transcripción del discurso de Néstor Pitrola en Córdoba (PO Nº 785), se omite decir que se trata de extractos. Por los cortes se omiten varias denuncias y planteos, pero, lo más importante es el párrafo final:


“…entonces les preocupa que estas organizaciones piqueteras tengan coincidencia estratégica de plantear otro 19 y 20, de plantear que se vaya Duhalde ya, de plantear un gobierno de los trabajadores, y estamos llegando más lejos, porque estamos planteando que se vayan todos para que se dé paso, con el pueblo en la calle y en lucha, a una Asamblea Popular Constituyente para llevar el salario adonde queremos, para abrir las fuentes de trabajo, para expropiar las fábricas bajo control obrero, para nacionalizar la banca. Este es el mensaje político de esta marcha piquetera. Desde el Polo Obrero hasta la victoria. El 20 todos a la Plaza porque si no es en ésta o en la otra, con lo que sigue los volteamos”.


Estos planteos polemizaban con la Mesa del Diálogo Argentino y oponían a la patraña de la campaña de los saqueos nuestro planteo de poder. Pero realizamos esta aclaración para que todos los lectores de Prensa Obrerapuedan valorar el gran trabajo político realizado con el planteamiento de la Constituyente en el trayecto de la Marcha Federal.


Todos los oradores, los tucumanos Florencia Costilla y Daniel Blanco, el salteño Pepe Saravia en la Quinta de Olivos, el cordobés Bachi en el extraordinario acto obrero en la localidad de Zárate; en Arroyo Seco nuestro dirigente sanlorencino Calarotta; Verónica de Tartagal en la capital salteña; el dirigente chaqueño Daniel García en el corte de ruta de Coronel Gálvez; todos los dirigentes del Polo Obrero tomaron la cuestión de la Constituyente desde distintos ángulos.


Los tucumanos Florencia y Daniel explicaron la cuestión en varias oportunidades a partir de la Asamblea Popular en San Pablo, donde el delegado comunal se robó 10 mil pesos por mes para los comedores mientras los chicos mueren día a día por desnutrición. Así lo hizo Florencia en radios y canales del cordón industrial de San Lorenzo.


El problema de la Constituyente fue explicado en 54 de las 56 intervenciones de la columna noroeste, en radios de todo el país y del exterior, ante la pregunta infaltable: “Después de que se vayan todos… ¿qué?”; pero también fue explicada cuando no lo preguntaron y hasta cuando sólo querían hablar de la violencia y los saqueos.


Esta conducta política se repitió en todas las columnas del país de parte de los representantes del Polo, algo evidente por los extraordinarios discursos en Plaza de Mayo de Patricia Comparada y de Ricardo Mercado. El Polo Obrero planteó en todo el país una salida revolucionaria transicional basada en un nuevo Argentinazo.


El planteo fue aplaudido en todas las localidades, pero también fue tomado por otras organizaciones piqueteras. El representante tucumano de Barrios de Pie lo formuló en el acto en San Miguel, y también lo hizo el referente de Arroyo Seco de la misma organización. El Mijd lo defendió a través de Raúl Castells en múltiples intervenciones, particularmente en el programa “Periodistas”. El tema no sólo es tomado entonces por las Asambleas Populares, que hace tiempo lo incorporaron a sus resoluciones.


Longobardi y otros han editorializado contra la Constituyente que plantea el Partido Obrero, es decir, como resultado de un nuevo levantamiento popular y como puente hacia un gobierno de los trabajadores. Lo mismo Carnota y Laje, Grondona y otros. A la inversa, el conductor del programa nocturno de Radio El Mundo, Sobrino Aranda, adoptó el planteo de la Constituyente como propio.


Los ataques faccionales de grupos en decadencia que no saben qué plantean ellos mismos, completan el paisaje de la enorme instalación de un debate político alrededor de un planteo que el PO inició por razones rigurosamente objetivas (cuando cayó Chacho Alvarez y con la crisis del Senado).


La Constituyente es hoy parte del debate político nacional, en su versión revolucionaria: de carácter soberana, con poder político, dejando atrás la versión “constitucionalista”, restringida a una mera caducidad de los mandatos de Carrió y Zamora. En manos de los piqueteros y de la clase obrera en lucha, será bandera de una reorganización social sobre nuevas bases.