El crecimiento exponencial de casos de dengue ya afecta a más de 180 mil personas y produjo 129 fallecidos en todo el país, según el último informe epidemiológico realizado por el exMinisterio de Salud nacional; allí se destaca que en 19 de las 24 jurisdicciones ya hay circulación autóctona, estas cifras representan un crecimiento de 6 veces respecto a la temporada total anterior y de diez veces más respecto a la temporada del 2019.

En el caso de la provincia de Buenos Aires, el último informe del Ministerio de Salud provincial señala que hay ya 50 mil casos y 41 distritos con declaración de “brote”. En La Matanza, la epidemia golpea de lleno, según el mismo informe citado del Ministerio de Salud de PBA: hay constatados 3.495 casos positivos de dengue.

Si bien las cifras dan cuenta de una epidemia sin precedentes de dengue, hay que considerar que están completamente subestimadas por lo cual la magnitud de casos es muy superior a la que registran los órganos oficiales.

Milei, Kicillof y Espinoza son responsables

El desarrollo de la epidemia de dengue se produce en un cuadro de ajuste feroz por parte del gobierno de Milei, que no realizó ninguna acción para prevenir o intervenir para atenuar el impacto del problema; el plan motosierra en la salud pública ya se está cobrando víctimas fatales.

Kicillof y Espinoza gritan a viva voz en cada acto que defienden un “Estado presente” que cuide a sus habitantes, pero la cruda realidad muestra que no han desarrollado una sola acción real para mitigar el impacto de los casos de dengue en una provincia y un distrito que volvieron a quedar bajo el agua ante el último temporal.

La vacuna ni la nombran y tampoco realizan acciones elementales como una masiva distribución gratuita de repelente, o fumigaciones y tareas de desmalezamiento.

La Matanza de Espinoza: inundación, colapso sanitario y ninguna medida. Un caldo de cultivo para el dengue

Tanto el gobierno provincial como el municipal circunscriben la “lucha contra el Dengue” a algunos posteos sobre la responsabilidad de la población en descacharrar, o en llevar adelante una fumigación aleatoria a la cual van con un equipo de fotógrafos para que luego se haga la pantomima en redes acerca de una campaña que en rigor no existe.

Este abandono por parte del Estado no se limita al dengue sino que se retroalimenta con la situación de un distrito que se inundó dos veces en los últimos diez días (recordemos la patética frase de Espinoza, al mejor estilo Macri, en el inicio de sesiones del HCD, con su “La Matanza no se inunda más”), lo que llevó a que una parte de la población se tenga que autoevacuar ante la negativa rotunda del PJ de abrir escuelas como centros de evacuados; que tiene barrios que al día de hoy siguen con calles anegadas, ríos y arroyos contaminados a cielo abierto y la pobreza envuelve al 60% de la población. Esto, en un cuadro de especulación con el suministro de repelentes que ha llevado su precio a niveles prohibitivos para una parte muy considerable de la población.

Colapso sanitario

En las últimas semanas asistimos a un escenario con guardias atestadas de gente que no sabe qué hacer cuando comienzan los síntomas, con falta de insumos para testeos y con la ausencia de una fuerte campaña que oriente la población respecto a cómo proceder para cuidar su salud y evitar la propagación de contagios.

Los trabajadores de la salud municipal, que han resistido valiente y sistemáticamente el vaciamiento de la salud pública que lleva adelante Espinoza, denuncian que no se enviaron repelentes a los centros de salud como sí se hizo en temporadas anteriores, que no se reforzaron guardias con médicos ni enfermeros para los internados, que se suceden los casos en los cuales asisten 5 o 6 integrantes de una misma familia que no tienen acceso al repelente y que las internaciones de niños van en aumento y llevan a una saturación de un sistema colapsado por el ajuste de años en el sistema de salud.

El proyecto del PO-FITU

Es por todo ello que desde la banca del Partido Obrero en el Frente de Izquierda Unidad hemos presentado un proyecto de ordenanza para declarar la emergencia sanitaria en el distrito y así poder llevar adelante una política que ayude a disminuir los casos de dengue y atender a quienes lamentablemente sufren el contagio.

El proyecto es un complemento de los presentados en el Congreso Nacional y la Legislatura bonaerense por parte de congresistas del PO-FITU y prevé una declaración de emergencia que imponga:

. Vacunación gratuita para toda la población mayor a 4 años de edad en centros de salud y postas sanitarias.

. Aumento del personal de salud bajo convenio.

. Distribución masiva de repelente en centros de salud, escuelas y comedores populares.

. Fumigación con prioridad en barrios anegados por el temporal.

. Campaña de difusión sobre las medidas de prevención contra el dengue.

. Partidas presupuestarias especiales a cargo de las cadenas farmacológicas.

Este proyecto es antagónico a la motosierra contra la salud pública de MIlei y también al ajuste de Kicillof y de Espinoza, que pretenden utilizar los recortes de Milei como una excusa para desentenderse de su responsabilidad directa en el desarrollo exponencial de una enfermedad que a esta altura del siglo XXI debería ser fácilmente controlable.

La imposición de estos proyectos y de una política que privilegie la salud de las mayorías populares a expensas del lucro capitalista se tiene que abrir paso con la movilización popular, iniciando con un paro nacional ya en el camino de la huelga general.

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