La militancia del Partido Obrero de Salta recuperó su nombre legal

Es el resultado de una intensa lucha política.

Conferencia de prensa del PO salteño

Luego de que el grupo de Altamira decidió romper con el Partido Obrero al haber quedado en franca minoría en nuestro XXVI Congreso, en Salta usurpó la personería jurídica de nuestro partido, y procedió luego a la expulsión de sus principales referentes con métodos policíacos, la militancia del PO salteño que defendió la tradición histórica y metodológica de nuestro partido inició una tenaz lucha política y legal contra la usurpación y la confusión que este grupo infundía entre la clase trabajadora.

En 2019 apenas producida la ruptura, el grupo de Altamira obligó al FIT-U a ir a una interna para las elecciones provinciales, en las cuales fueron derrotados. Posteriormente, abandonaron el Frente de Izquierda Unidad. Esta situación planteaba el sinsentido de que un grupo con una política contraria a la del Partido Obrero usurpara su nombre, situación frente a la cual planteamos judicialmente que se nos restituyera el nombre.

Con un esfuerzo militante enorme y en medio de la pandemia, los militantes del Partido Obrero de Salta, con el apoyo de compañeres de otras regionales, conquistamos a mediados de 2021 una personería jurídica con la que recuperamos la posibilidad de integrar formalmente el FIT-U en las elecciones. Pasado el proceso electoral se solicitó el cambio de nombre de esa personería por el de Partido Obrero, el que fue recientemente autorizado por la Justicia electoral, recuperando así la militancia su denominación legal. Es decir que se subsanó una anomalía, que implicaba que los militantes del Partido Obrero no pudieran participar de los procesos electorales con ese nombre.

Un debate saldado

A tres años de la ruptura, la experiencia recorrida en Salta permite saldar un debate. El grupo rupturista que en Salta dirigen Violeta Gil, Julio Quintana y Gabriela Jorge, usaron como uno de sus argumentos para romper con el PO un supuesto desvío electoralista y parlamentarista de nuestro partido. Se presentaron a las Paso del FIT-U de 2019 diciendo que venían a recuperar las grandes votaciones que el PO tuvo en el pasado, pero fueron derrotados.

Presentada como una crítica por izquierda, pronto se puso en evidencia que la posición del grupo de Altamira contenía un fuerte elemento oportunista, que reproducía la crítica realizada al Partido Obrero por parte de la oligarquía salteña por no “pactar” con las fuerzas del régimen. Luego de las elecciones de 2021, donde lograron obtener concejales en Orán y Colonia Santa Rosa, demostraron una tendencia parlamentarista y de adaptación brutal al régimen. De entrada llevaron como candidato a un abogado, expolicía y defensor de policías torturadores al cual defendieron sin ponerse colorados. Luego en el Concejo de Orán armaron un contubernio con los partidos del régimen para ocupar la presidencia bajo el argumento que desde allí impulsarían las luchas y pelearían por una asamblea constituyente municipal. Un absurdo total.

Esta política impulsada por su dirección local y avalada por dos plenarios de militantes tal cual ellos mismos reconocen, se la endilgaron por completo a quien ocupa esa banca, Samuel Huerga, al cual luego expulsaron. De esta manera, intentaban borrar sus huellas digitales del escenario del crimen.

En contrapartida, durante todo este período, la política del Partido Obrero fue la desarrollar los frentes únicos de lucha, como lo hacemos hoy con la Unidad Piquetera, con la cual somos protagonistas de la principal lucha contra el ajuste fondomonetarista de Fernández, Sáenz y los que se dicen opositores. El acampe y la masiva Marcha Federal fueron los puntos más alto de esa lucha, que va a tener nuevos eventos. Impulsamos, además, un gran plenario de trabajadores ocupados y desocupados para organizar un plan de lucha y un paro nacional. Los que se fueron de nuestro partido son ajenos por completo a esta lucha y actúan verdaderamente como una secta.

Es esta política la que nos ha permitido desarrollar un gran Polo Obrero, que no para de crecer y de extenderse en el territorio provincial y que está sentando las bases de un importante desarrollo partidario con la incorporación de grandes luchadoras y luchadores de distintas localidades.

Sobre esta base seguimos construyendo el Partido Obrero y una alternativa política de los trabajadores frente al régimen oligárquico que gobierna Salta hace décadas.