Luego de que el gobierno eliminara de los descuentos de medicamentos vía Pami, la venta de los mismos profundizó la caída que ya venía sosteniendo desde enero. Según fuentes oficiales, entre enero y septiembre, la venta de medicamentos vía PAMI cayó casi 13%, pero el mayor desplome se dio durante el mes de agosto.

En el top 5 de las jurisdicciones en las que el número de cajitas adquiridas por cada mayor de 65 años cayeron más están Catamarca, con una baja del 18,6% entre enero y septiembre; Tucumán, con 18,3%; Santiago del Estero, con 17,3%; Mendoza, con 16,9%; y San Juan, con 15,4%. La Ciudad de Buenos Aires manifestó una caída porcentual del 14,7%; la provincia de Buenos Aires, del 14,2%; y Salta, del 13,1%.

El tema es el siguiente. Hoy, las cifras nacionales indican que, mientras el promedio de medicamentos entregados por PAMI a cada mayor de 65 años era de 3,4 cajitas en enero, en septiembre cayó a 2,9. Por citar un ejemplo, la provincia de Buenos Aires entregaba vía Pami un promedio de 2,5 cajas de remedios por persona en enero, en septiembre la cifra había caído a 2,2, por debajo de la media nacional.

Los jubilados son víctimas de una destrucción permanente de los haberes previsionales, lo que ya limitó durante el año su acceso a los medicamentos. Ahora directamente, la quita de los descuentos y la entrega gratuita de medicamentos por parte del Pami aplicada por el Ejecutivo anuló la posibilidad de los jubilados de acceder a los medicamentos.

A esto se agrega que, según el CEPA, desde que Javier Milei ganó el ballotage en noviembre de 2023 los medicamentos que las personas mayores utilizan habitualmente alcanzaron en promedio una inflación acumulada del 210,7%, superando ampliamente a la ya elevada inflación de ese mismo período:
201,5%, un incremento que no percibieron los haberes previsionales. A esto se agrega la decisión del gobierno de ampliar una vez más la condición de venta libre para una serie de medicamentos que hasta ahora se vendían bajo receta, por lo que dejarán de tener descuento vía prepagas y obras sociales.

Estos números dan cuenta de que los adultos mayores realmente están dejando de acceder a los medicamentos necesarios para su subsistencia, y desmiente las declaraciones cínicas y canallezcas de Julio Moreno Ovalle, diputado nacional por La Libertad Avanza, quien sostuvo: “no creo que los jubilados se mueran si no toman los medicamentos”.

A un gobierno que le niega medicamentos a los adultos mayores, que ya los pagaron con creces durante su edad productiva mediante los aportes, hay que echarlo. Los trabajadores debemos irrumpir en el escenario político con un programa propio. Para defender la salud de la mayoría de la población hay que expropiar y poner bajo control obrero toda la industria farmacéutica (esto permitiría ver los costos reales y comercializar los productos en función de las necesidades sociales de la clase trabajadora y no del lucro privado capitalista) y nacionalizar el sistema de salud, triplicando su presupuesto sobre la base de impuestos extraordinarios al capital y del desconocimiento de la deuda externa.

Balance de un año de un gobierno incompatible con la vida del pueblo

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prensaobrera.com