“La Nación” socorre a Kirchner
La crisis en Santiago Del Estero
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La quiebra del peronismo santiagueño desató una crisis política de la Intervención Federal y hasta en el propio gobierno nacional, que requirió la asistencia urgente de muchos socorristas» El primero fue la Corte que, al inviabilizar las elecciones para una Constituyente, impidió la derrota del PJ, algo que habría venido como anillo al dedo al juarismo. También impidió que se reuniera una Asamblea fragmentada, que habría sido ingobernable. Kirchner pretende postergar, ahora, las elecciones para gobernador, hasta marzo por lo menos, para poder re- unificar al peronismo.
Pero para impedir la caída del Interventor, Pablo Lanusse, el fallo de la Corte no era suficiente -podía resultar incluso un empujoncito para voltearlo. En su socorro tuvo que concurrir no sólo el ministro Aníbal Fernández, lo que no habría alcanzado, porque el gabinete se encontraba precisamente dividido sobre su continuidad. La cuerda de salvataje se la tiró la Iglesia, como lo demuestra el editorial de La Nación del 24 pasado. Más allá de la inusitada catarata de elogios que el diario que apoyó a rajatablas a la dictadura militar y cualquier otro atropello que se hubiera producido en el país, prodiga a Lanusse por el empeño que pondría en establecer el sacrosanto ‘estado de derecho, se destaca el señalamiento del apoyo que Lanusse recibió del clero, a través de la llamada Mesa del Diálogo Argentino. El editorialista de La Nación no tiene ningún pudor en destacar que “los contenidos de la futura reforma (constitucional) se “definieron” en una reunión que también tuvo como protagonistas a las Naciones Unidas y a las ONGs. Es decir que la futura Constitución no habría salido del recinto de la Constituyente sino de la Curia, algo que no se condice precisamente con el ‘estado de derecho’. Se entiende, entonces, que el "transparente” Lanusse hubiera vedado el establecimiento constitucional de los derechos de la mujer y de una reforma agraria. En ambos casos habría afectado los intereses terrenales de sus pastores.
Pablo Lanusse, como su mentor, Gustavo Beliz, pertenece a la cofradía del Opus Dei, lo cual explica en parte los apoyos que recibe y también que la partida del primero del gobierno nacional, hace tres meses, no significó una ruptura del gobierno de Kirchner con el sub-mundo clerical.