Políticas

15/7/2010|1137

LA NAVIERA MARUBA PARA MOYANO

Un nuevo “Belgrano Cargas”

El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu), aliado de Moyano, se transformó ahora en empresario naviero. Como antes Pedraza, el burócrata de la Unión Ferroviaria, se quedó con el Belgrano Cargas, ahora el Somu se queda con una naviera. Por una gestión directa de los Kirchner, la naviera Maruba entregará el 30% de las acciones de esa empresa al conocido “Caballo” Suárez. La plata vendrá directamente del Banco de la Nación. El banco entrega 240 millones de pesos y los gremios no ponen un mango, pues el crédito a los sindicatos “estaría garantizado con inmuebles de los gremios y las acciones de Maruba que forman parte de la operación” (Revista Puertos).

Maruba, una empresa semi-quebrada con créditos casi incobrables con el banco alemán HSH Norbank, usaría los recursos “aportados” por los gremios para capitalizarse, pero sabiendo que hay decisiones políticas de salvataje para la misma.

Por un lado, vendría la autorización para importar buques usados sin aranceles para favorecer una rápida recomposición de la flota de empresas locales, el restablecimiento de una “reserva de carga” para asegurarles a las navieras domésticas parte de los fletes que hoy se llevan los barcos extranjeros, subsidios de combustibles, diferimiento impositivo y otras ayudas. De Vido está trabajando con toda celeridad en esta instrumentación.

El fondo del problema no es de carácter “nacional y popular”. El propio Kirchner está interesado en la ampliación y reactivación de astilleros locales y en quedarse con un parte de la comercialización de los fletes de granos en la Argentina. Este “bocato di cardinale” hoy está en un 95% en manos extranjeras.

La asociación semi-pública del propio Kirchner con el ingeniero Tettamanti ya le permitió a éste un “extraordinario desarrollo en el rubro naviero, pues con créditos blandos del Estado, Tettamanti se transformó en una suerte de Cristóbal López, no del juego sino de los puertos”.

Tettamanti es el “caballo del comisario del gobierno, además de empresario naviero es secretario de Producción del Municipio de General Pueyrredón y representante de la Provincia de Buenos Aires ante el Consejo Federal Pesquero. Y, además, ejerce la presidencia de Abin (Asociación Bonaerense de Industria Naval), una cámara empresaria inventada, dirigida y hecha a su medida por él mismo.

Con todas estas ventajas, Tettamanti ha desarrollado casi “milagrosamente” la empresa Servicios Portuarios Integrados (SPI), que cuenta con astilleros de “punta” en Mar del Plata, que tiene en Caleta Paula los Astilleros Patagónicos Integrados (API) y que posee el ex astillero Manuel Domecq García, donde construye barcazas para el Consorcio Naviero Argentino, que opera para Repsol también por intermediación directa del gobierno de Kirchner, con una facturación que superó los 10 millones de dólares en el último año, según las revistas portuarias especializadas.

Tettamanti, en su doble calidad de funcionario y empresario, está estableciendo acuerdos también con el astillero Río Santiago, siempre con el propósito de armar fletes para granos y será el principal beneficiado por la reparación e importación de barcos chinos en el próximo período.

La entrega al Somu de una parte de Maruba es parte de la ampliación de los negocios del propio Kirchner con Tettamanti. Nada ganarán los trabajadores embarcados con el Somu como empresario, como nada ganaron los ferroviarios con Pedraza como empresario.

El puerto de Buenos aires ha sido entregado a las multinacionales. La instalación de puertos privados avanza, día a día, en Santa Fe. La entrega de las inmensas riquezas a las multinacionales se hace con la complicidad de la burocracia sindical.

Hay que nacionalizar los puertos y los grandes astilleros, y ponerlos bajo control de los trabajadores.