Dás de 30 delegadas y delegados del Congreso del Partido Obrero organizamos la propuesta de resolución para la organización del próximo Encuentro Nacional.

En ella damos cuenta de la enorme responsabilidad que tenemos por delante dada la importancia que tiene la organización independiente de la Iglesia y del estado del movimiento de mujeres y porque el Encuentro se hace en la provincia de Salta, donde la alianza de la iglesia con la estructura del PJ, en todas sus variantes, tratará por todos los medios de aprovechar la realización del evento allí para montar provocaciones contra la principal fuerza política que lucha contra el oscurantismo y el ajuste.

La lucha contra el ajuste que se desata sobre las mayorías populares, en particular sobre las mujeres desocupadas y precarizadas, contra la reforma reaccionaria del Código Civil, contra el avance de la penalización de las mujeres a través de la reforma del código y su inclusión de la penalización en caso de lesiones del embrión, y la pelea por la legalización del aborto, serán fundamentales para organizar al movimiento de mujeres de cara al Encuentro Nacional.

La discusión en la comisión dio cuenta de la enorme oportunidad que tenemos para encarar esta tarea, empezando por organizar la participación de las propias mujeres de Salta y del NOA en particular. Las parlamentarias del Partido Obrero, mujeres destacadas por esta lucha, con Gabriela Cerrano (senadora provincial) como principal referente regional, tenemos por delante una ardua agenda de trabajo. Las compañeras docentes que hoy luchan por el aumento salarial con una gran huelga y un acampe van a ser parte destacada del ENM. Las mujeres que trabajan en el Parque Industrial, las que se organizan desde los ingenios de la zona norte, las protagonistas contra la impunidad del estado, las que padecen el flagelo de la trata de personas, las violaciones y asesinatos que desde hace años se organizan junto al Partido Obrero. Las comisiones de familiares de Salta y de Tucumán deberán ser un faro de atracción de miles de casos que en todo el país ven crecer la impunidad del Estado, responsable máximo de los asesinatos de sus familiares.

Uno de los desafíos más importantes para poder poner en marcha al movimiento de mujeres será el de luchar contra la burocracia enquistada en la Comisión Organizadora que obtura el desarrollo del movimiento, violenta la democracia y las decisiones del mismo, rechaza las declaraciones públicas contra los femicidios y las políticas de Urtubey en la provincia, propuestas por el Partido Obrero y hace alianzas contra enemigos de los derechos de las mujeres desde gobernadores hasta la propia Iglesia católica.

Nos ponemos en marcha para ir a pelear por nuestros derechos desde todo el país a la Salta que lucha y que construye una alternativa política animándose a saltar el cerco de los partidos tradicionales, aún contra las órdenes de la poderosa Iglesia católica.