El intendente Garro (PRO) impulsa la aprobación de nuevo “Código de Convivencia Ciudadana de la Ciudad” en el Concejo Deliberante. El proyecto, elaborado por una comisión creada para ello por el Concejo, constituye una ofensiva represiva que debemos combatir.

El nuevo Código apunta contra las manifestaciones populares que se desarrollan en la ciudad de La Plata, donde diariamente miles y miles de trabajadores, docentes, estatales, movimientos de mujeres, organizaciones de derechos humanos y “cooperativistas” (precarizados) se movilizan con sus reclamos al gobierno de Vidal.

El proyecto de Código de Convivencia fija que toda organización que impulse una marcha o acto callejero deberá notificar al municipio 48 horas antes de su realización, y que los manifestantes “deberán trasladarse circulando por las veredas, respetando los pasos peatonales y las señales semafóricas… y cuando por la cantidad de personas participantes se deban movilizar o manifestar sobre la calzada, deberá habilitarse un carril para la circulación vehicular… (quedando) expresamente prohibido obstaculizar la vía de circulación del transporte público”. El incumplimiento de estas normas implicará para los organizadores multas de 8.500 a 173.000 pesos y/o 30 días de arresto.

El proyecto incluye también otros capítulos represivos contra los manteros, artistas callejeros y contra el ejercicio o consumo de la prostitución –lo cual, dado el entrelazamiento de proxenetas y explotadores de las redes de trata con el Estado, será una herramienta discrecional en manos de la Policía local. Además, el proyecto pretende “blindar” de impunidad los atropellos policiales mediantes multas de hasta 346.000 pesos y/o arresto por 30 días para quienes “obstaculicen, perturben o impidan” el ejercicio del poder de la policía municipal, ya que es justamente el rechazo de vecinos y transeúntes el que a menudo evita los abusos en plena vía pública contra vendedores ambulantes, muralistas o simplemente pibes que son perseguidos por ‘portación de rostro’.

De hecho, fuentes oficiales aseguran que el objetivo del nuevo código es “recuperar el poder de policía de la Justicia de Faltas municipal”, creando una alcaidía bajo su sede para efectuar arrestos. Se prevé la apertura de un calabozo en el subsuelo del edificio de 48 y diagonal 74 para que los infractores cumplan sus condenas, la prisión preventiva durante una comparecencia, o incluso cuando se los sorprenda “in fraganti”, abriendo la posibilidad a todo tipo de arbitrariedades.

El Partido Obrero de La Plata rechaza este intento aprobar un nuevo Código de Convivencia represivo y llama a las organizaciones de derechos humanos y de lucha a frenar cualquier intento de reforzamiento represivo contra quienes estamos en la calle enfrentando el plan de guerra del FMI, Macri, Vidal y los intendentes contra los trabajadores.