Políticas
24/4/2023
La Plata: con los gobiernos capitalistas crecen los femicidios y la inseguridad ciudadana
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Axel Kicillof y Sergio Berni.
Según un informe de la Suprema Corte de Justicia los delitos en la provincia de Buenos Aires crecieron un 9% durante el 2022. La zona donde más se incrementaron (casi un 18% más) pertenece a la Departamental Judicial La Plata.
¿Más policía?
A fines del 2021, el ministro de Seguridad Sergio Berni y el jefe de Gabinete Martín Insaurralde anunciaron la incorporación de 40.000 nuevos efectivos y fuertes inversiones en el reequipamiento de la Bonaerense. Esto no impidió que el 2022 cerrase con casi un millón de causas penales ni que el delito creciera en dieciocho departamentos judiciales sobre un total de veinte departamentales distribuidas de toda la provincia. En el informe citado se destaca el crecimiento de los delitos sexuales, una radiografía de la violencia contra las mujeres y las diversidades, así como de las dificultades para acceder al patrocinio legal cuando hay amenazas, agresiones o lesiones.
La ciudad de La Plata encabeza el ranking provincial de inseguridad ciudadana (casi 18% más en un año) y le siguen los municipios de Morón y Necochea con una tasa de criminalidad que aumentó por encima del 14% anual. En pocos años, La Plata pasó a ser tristemente conocida como la capital provincial de los femicidios, duplicándose su número en el municipio platense que gobierna el intendente amarillo Julio Garro. Durante el 2022 se registraron dieciséis de estos crímenes -doce de ellos con denuncias previas- sobre un total de 82 asesinatos cometidos en todo el territorio bonaerense. La Plata concentra el 15% del total de femicidios de la provincia de Buenos Aires.
La violencia contra las mujeres es además una práctica sistemática de las fuerzas policiales. Dos años atrás se hizo público que entre el 2013 y el 2020 unos 6.000 policías de la Bonaerense tenían denuncias por violencia de género, que en un 80% habían sido desestimadas y cajoneadas por la propia “fuerza”. Teniendo en cuenta la estructura corporativa de la Bonaerense es muy probable que el número real de efectivos involucrados en este tipo de agresiones sea muy superior y que otras tantas denuncias no hayan prosperado.
Berni y los “civiles”
Después del asesinato del chofer Daniel Barrientos y el repudio popular a su figura, Sergio Berni anunció que seguirá sumando efectivos a la Bonaerense con la incorporación de 6.000 civiles para manejar los patrulleros y rodados policiales. A esta medida improvisada el gobierno provincial la llama “profesionalización” de la fuerza, cuando en verdad se trata de un curso acelerado de tres meses, después del cual los “conductores” serán enviados a participar en operativos policíacos. Atajándose, Berni dice que los civiles no irían armados pero sí uniformados como policías. No está claro cómo se reclutarán estos “civiles” con el riesgo de que estemos frente a una puerta giratoria por donde reingresen elementos de la pesada policial, separados o reciclados en las agencias privadas de “seguridad”.
Inseguridad y crisis política
El llamado “Comando Único” anunciado por Aníbal Fernández está más que verde y condicionado por la crisis que sacude al peronismo. Desmintiendo a Kicillof, quien declaró que la decisión del presidente de no competir en las elecciones “ordenaba” el panorama político, la ministra antipiquetera Victoria Tolosa Paz se lanzó este fin de semana como candidata provincial rival a Kicillof en un acto en Ensenada. Lo hizo, en el predio de Sosba (Obras Sanitarias) pidiendo que haya Paso en la provincia de Buenos Aires y con el guiño de un sector de la burocracia sindical. Agitando la interna, Tolosa Paz estuvo flanqueada por el jefe de Gabinete Agustín Rossi, el ministro de Seguridad nacional Aníbal Fernández y el canciller Cafiero.
Este desafío a Kicillof agrava la crisis política en el Frente de Todos y con ésta la guerra de aparatos entre la Bonaerense y las fuerzas federales.
Femicidios y zona roja en La Plata
Los 16 femicidios en la ciudad capital y los 82 en toda la provincia delatan el cuento kicillofista del “presupuesto bonaerense con perspectiva de género”. Sin casas refugio y con la Casa Sandra Gamboa vaciada desde la propia intendencia de La Plata, el jefe comunal del Pro, Julio Garro, sigue sin implementar y hacer cumplir el cupo laboral trans- travesti mientras ordena el traslado forzoso de la “zona roja”.
En todos los órdenes priman la agenda que impone la derecha y las presiones del clero y negacionista de los derechos de las mujeres y el Arzobispo platense Tucho Fernández, a quien Kicillof y el kirchnerismo pintan falsamente de progresista. Un caso de femicidio que conmovió a La Plata fue el asesinato a martillazos de Camila Mendoza en el barrio Las Quintas. Detrás de este crimen- que intentó ser presentado como un conflicto de pareja está la trata de personas que explota mujeres migrantes sin familias y expuestas.
Julio Garro anunció que procederá de inmediato a trasladar la “zona roja” a otro radio más alejado del casco urbano pero cercano a las facultades de Humanidades y Psicología en el bosque platense. Un traslado que puede tener consecuencias muy graves. Este mal llamado Código de Convivencia criminaliza la prostitución para quienes la ejerzan fuera del “espacio” establecido. En el lugar elegido para el nuevo “gueto” funciona un retén policial, lo que anticipa nuevos casos de violencia policial y amenazas.
El asesinato de Johana Ramallo en el 2017 es un caso testigo del accionar de las mafias que lucran con la trata, la esclavitud sexual y el narcomenudeo en la zona roja de La Plata. También de la convivencia de estas bandas con el podrido y corrupto aparato policial. La mamá de Johana Ramallo siempre denunció la participación de policías de la maldita Bonaerense en el asesinato de su hija.
Un programa para combatir la inseguridad y sus responsables
El reforzamiento de la Bonaerense no “cuida” a la población, por el contrario le otorga mayor poder de fuego a una corporación de más de 110.000 efectivos, corrupta y de represión estatal contra las luchas y reclamos de los trabajadores y la juventud. No habrá seguridad ciudadana con Sergio Berni y la Bonaerense en el gobierno, ni tampoco sin barrer con las cúpulas policiales asociadas al delito.
El narcoestado se desarrolla al calor de la protección policíaca, judicial, política y del dinero sucio que lavan los bancos y entidades financieras. La crisis de seguridad exige la constitución de un nuevo cuerpo de seguridad ciudadana bajo control del pueblo trabajador y las organizaciones de derechos humanos y el fin de la Bonaerense.
Abajo el código represivo de Julio Garro que penaliza las manifestaciones populares. Implementación efectiva del cupo laboral trans-travesti como reclaman las movilizaciones del colectivo trans- travesti y las organizaciones de mujeres que denuncian la instalación de nuevos guetos. Desmantelamiento de las redes de trata y de la protección policial que les da vía libre. Casas refugio para las mujeres y presupuesto estatal para prevenir y combatir los femicidios y crímenes de odio. Vigencia efectiva del derecho legal a interrumpir el embarazo y de la educación sexual integral (ESI) en todas las escuelas.
Qué se vayan los políticos capitalistas de la inseguridad ciudadana.
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