Políticas

19/9/2002|772

La política de baches de Ibarra

En forma sumaria (“tratamiento sobre tablas sin discurso”) la Legislatura porteña aprobó una ley que autoriza a las asociaciones cooperadoras de las escuelas municipales a desviar los fondos que el Estado les otorgara para la compra de material didáctico y equipamiento escolar hacia la adquisición de “alimentos y elementos de primera necesidad”.


Es decir que el proyecto tapa un agujero con otro.


El proyecto desnuda el carácter de la “emergencia económica y social” de Ibarra. La emergencia, como se ve, es usada no para castigar a los contratistas de la Ciudad, sino para manipular las partidas de educación a favor de aquéllos. En vez de intervenir sobre las empresas concesionarias que disminuyen diariamente la calidad y cantidad de las raciones que los escolares reciben, haciendo negocios fantásticos con la necesidad alimentaria de la mayor parte de los escolares, el Estado porteño legisla en detrimento de la educación de estos chicos: son las partidas presupuestarias para educación (tan agitadas por Ibarra y sus cómplices) las que irán a tapar los agujeros que deja la mafia capitalista en connivencia con el Estado porteño.


La ley de “reasignación” – aprobada en la Comisión de Educación – contó con el voto favorable, primero, de Vilma Ripoll como integrante de la Comisión, y luego de los dos diputados de IU en el recinto.


Frente a esto, el Partido Obrero plantea la necesidad de organizar conjuntamente a los estudiantes, docentes y padres para luchar contra la ley. No a los superpoderes de Ibarra. Organicémonos para conseguir becas y viandas para todos los que las soliciten y por un boleto estudiantil de 5 centavos.


Que se vayan todos.


Asamblea Popular Constituyente.