Políticas

31/3/2025

Filosofía y Letras

La posición de La Comuna UJS-PO ante la elección de director en Historia

Llamamos a toda la comunidad de la carrera a movilizar el lunes 31 a las 17 horas a la Junta de Historia.

Corresponsal.

Durante las primeras semanas de inicio del cuatrimestre, y a espaldas de la mayoría de la comunidad de filo, se están llevando a cabo las elecciones a director y secretario académico de las juntas departamentales de todas las carreras de Filosofía y Letras. El lunes 31 de marzo se llevará a cabo la elección que elegirá una nueva dirección de la junta de historia. La carrera de historia es la única en la que se presentó una propuesta crítica a la actual gestión de la facultad. Además de la propuesta de reelegir a Alejandra Pasino de parte del oficialismo de la carrera, se postula también Eduardo Sartelli. La iniciativa surgió de Historia en Acción (minoría de graduados) y, por lo tanto, se expresarán dos proyectos en pugna para la carrera y la universidad. 

El carácter antidemocrático de la elección

El primer elemento a señalar es el componente claramente antidemocrático de esta elección, que parte de la propia composición de la junta. La comunidad de la carrera no elige a su director en forma directa, sino que se vota indirectamente mediante los representantes de la junta departamental. La misma está compuesta por los claustros de estudiantes, graduados y profesores. Los estudiantes, siendo el claustro mayoritario, estamos subrepresentados, subsiste una división artificial de nuestros docentes entre los claustros de graduados y profesores y los representantes son elegidos por mayoría y minoría en lugar de un sistema proporcional. A todo esto, se le suma la insólita negativa de la gestión actual de impulsar alguna instancia de debate que involucre al conjunto de la carrera. En la última junta, la minoría de graduados presentó un proyecto para que exista un debate entre los candidatos y toda la comunidad de la carrera se interiorice sobre los proyectos y lineamientos de cada propuesta, y la gestión de Pasino lo ha rechazado. El período de ascenso y lucha estudiantil que abrió el 2001 generó un fuerte cuestionamiento al carácter antidemocrático de los órganos de cogobierno de la universidad y permitió que, en la carrera de historia, se eligiera durante un periodo al director de la carrera en una asamblea interclaustro. A pesar de su carácter antidemocrático, creemos que la elección tiene que servir para volver a generar una masa crítica que luche por la democratización y para poner en debate las propuestas y los proyectos para sacar a la carrera de historia de la crisis en la que se encuentra, reflejado en una caída constante de la matrícula año a año.

La gestión de Pasino, una carrera que se adapta al ajuste de Milei y el rectorado

No es posible soslayar el contexto político en el que se enmarca esta elección. Estamos frente a un gobierno enemigo de la universidad pública, que viene ajustando fuertemente el salario de nuestros docentes y no docentes, que recorta el presupuesto, las becas, ataca a la investigación, es enemigo de las humanidades y pretende avanzar con el arancelamiento. Aunque la lucha universitaria del año pasado le puso un límite a Milei, los ataques continúan y debemos retomar la lucha. Vale aclarar que el deterioro y el ajuste a la universidad no iniciaron con Milei, la comunidad universitaria viene sufriendo un ahogo presupuestario constante y las camarillas universitarias peronistas y radicales que gobiernan la universidad vienen avanzando desde hace años en recortes y en la mercantilización de nuestras carreras. 

En este marco, la gestión de Pasino, alineada a la gestión de Manetti en filo, ha llevado una política de adaptación al ajuste y a los dictados del rectorado. El ejemplo más claro de esto fue la reforma del plan de estudios, mal llamada “adecuación”, y aprobada el año pasado en forma inconsulta, a espaldas del conjunto de la comunidad de la carrera y con apoyo de los representantes estudiantiles de El Colectivo. Con la excusa de resolver la falta de validez nacional del título, se incrementaron la cantidad de materias pedagógicas en desmedro de materias de historia de contenido específico, se incluyeron correlatividades y otras arbitrariedades impuestas por el rectorado como Psicología obligatoria para el CBC. La dirección de la carrera se negó sistemáticamente a llevar adelante nuestras propuestas para realizar jornadas de debate y asambleas interclaustros para debatir y definir entre estudiantes y docentes qué plan de estudios necesitamos. La claudicación a los requerimientos de las camarillas del rectorado fue tal que ni siquiera permitieron que una de las materias pedagógicas que se incorporaron pertenezca al departamento de historia.

Otro tema muy sentido por los estudiantes, que empeoró durante la gestión de Pasino, fue la oferta horaria. El cambio a bandas horarias pares que implicó el recorte de una banda horaria, dificulta enormemente la posibilidad de cursar a los estudiantes que trabajan. La mayoría de los teóricos de la carrera inician a las 16 horas o antes. La apertura del nuevo edificio, con aulas nuevas, no resuelve la saturación de las franjas horarias más concurridas. El departamento, lejos de luchar por más presupuesto e implementar una triple franja horaria para que nadie se quede sin cursar, se contenta con administrar la miseria. El desdoblamiento de algunas cátedras y su dictado en ambos cuatrimestres resulta claramente insuficiente. A todo esto se le suma la magra cantidad de concursos y su arbitrariedad en la selección de los mismos.

Apoyamos la propuesta de Historia en Acción (Minoría de graduados)

La defensa de la universidad, ante un gobierno que tiene por objetivo destruirla, no puede apoyarse en sostenimiento del statu quo del régimen universitario actual. Debemos apoyarnos e impulsar la movilización estudiantil y docente para derrotar a Milei y al mismo tiempo luchar para democratizar y transformar la universidad y nuestra carrera, para ponerla al servicio de las necesidades de la comunidad universitaria y del pueblo en general. Desde nuestra representación independiente en la Junta de Historia hemos llevado adelante numerosas propuestas y proyectos. Conquistamos, gracias a la presión estudiantil, el financiamiento para las jornadas interescuelas de historia y las prórrogas de los finales del 2020 que la gestión quería negar. Hemos rechazado el accionar antidemocrático de la dirección de la carrera proponiendo una discusión democrática de nuestro plan de estudios, presentamos proyectos para exigir un control estudiantil en la asignación de horarios y hemos realizado charlas y paneles junto a diversos docentes de nuestra carrera.

Ante la elección de director de la Junta de Historia creemos que se expresan dos proyectos contrapuestos para nuestra carrera. De una parte, la propuesta de la gestión actual de Pasino que viene adaptándose al ajuste y al statu quo de la universidad. Y por otra parte la propuesta que elaboró la minoría de Graduados que postula a Eduardo Sartelli y que presenta un programa para la carrera con el que coincidimos. El programa plantea una democratización de la carrera mediante una asamblea interclaustro, incluye la lucha por el presupuesto universitario y el salario docente, propone la regularización de los cargos interinos, se plantea impulsar una discusión democrática sobre el plan de estudios, la formación de una comisión para mejorar nuestra incumbencia de nuestros títulos, y la defensa y la ampliación de las cátedras paralelas.

En base a estos acuerdos, desde La Comuna UJS-PO hemos decidido apoyar la propuesta de la minoría de graduados para las elecciones a director de la carrera de historia. Esta iniciativa debe servir para reforzar la organización independiente de los estudiantes y docentes de historia.

Somos conscientes de que ninguno de los puntos del programa se podrá llevar a cabo sin el involucramiento y la movilización de la comunidad de la carrera, ya que afectan los intereses de quienes detentan el poder en la universidad. Llamamos a toda la comunidad de la carrera a movilizar el lunes 31 a las 17 horas a la junta de historia y ser parte activa de los debates de la elección. Si algo nos ha enseñado la historia, es que se puede cambiar. Por eso luchamos.