Políticas

31/7/1997|550

La privatización de ESEBA es un delito

El tarifazo eléctrico descargado por EDEA, la empresa privada que reemplazó a la estatal ESEBA, no afecta, como dice Duhalde, a los propietarios de casas de veraneo, titulares de ‘bienes suntuarios’. El tarifazo es un saqueo minuciosa y pérfidamente organizado contra la inmensa mayoría de la población trabajadora de la provincia, dentro y fuera de la ‘costa atlántica’.


La privatización se hizo sobre la base de ofrecer a los pulpos ‘compradores’ un negocio impresionante, consistente en tarifas un ciento por ciento más altas que en el resto del país durante los próximos seis años, y ‘por si esto fuera poco’, un ‘rebalanceo’ en perjuicio de las familias y en beneficio de los patrones.


Es este ‘rebalanceo’ el que acaba de estallar en la provincia, a partir del castigo tarifario generalizado a las familias que consumen menos. Los propietarios de departamentos y casas de veraneo tienen aumentos que superan el 60%, pero todos aquellos que tienen hasta 300 Kw de consumo en un bimestre, tienen alzas por doble vía, aumentos del 15 por ciento en la tarifa y eliminación del tope de consumo sin cargo que existía con ESEBA. Este nivel de consumo corresponde a familias de escasos recursos, y sus tarifas, como se ha dicho, son el doble de las que se pagan en Capital o cualquier lugar del país (con excepción de Córdoba).


Para los jubilados el castigo es doble, porque deben pagar con aumento y desaparece la “tarifa diferencial”, consistente en abonar el 50 por ciento menos que la tarifa residencial. Las nuevas conexiones exigen un desembolso de características extorsivas, con aumentos del 400 al 800 por ciento.


Duhalde y Devoto


Los pulpos saludaron, en su momento, la primera y ‘exitosa’ privatización resuelta por el duhaldismo, un negociado que debería llevar a sus autores a Devoto. La provincia entregó por 970 millones el negocio de la distribución eléctrica, que factura 500 millones al año. Por dos años de facturación, los ‘compradores’ se quedaron con una concesión por 97 años, un margen de ganancia del 100 por ciento en relación al costo real de la energía, y el tarifazo que hoy se descarga sobre la población de la provincia, todo esto sin exigencias de inversión. La facturación puede crecer un 30 por ciento en pocos meses, “sólo bajando los colgados a la red y los morosos” (Clarín, 22/3).


ESEBA se entregó bajo compromiso de cesantía de 1.176 trabajadores, que se suman a los 2.500 echados bajo la gestión Duhalde en función de la ‘racionalización’ exigida por los ‘privatizadores’.


  • Derogación del tarifazo.
  • Reducción del 50 por ciento en las tarifas.
  • Reincorporación de los cesantes y cese de los despidos.
  • Anulación de la privatización.
  • Coordinadoras y asambleas de trabajadores y usuarios, paro activo.