Políticas

30/5/1995|449

La privatización universitaria, un mecanismo de confiscación

La Ley de Enseñanza Superior pretende “privatizar” la Universidad. No solamente a través de la reducción del presupuesto público (para pagar la deuda externa) y el arancel, sino fomentando la creación de las universidades privadas, fuente de beneficios para el capita­lismo, y autorizando “acuerdos”, “socieda­des Comerciales” y “financiamiento exter­no” con los grandes capitales.


Es una ley de confiscación del salario, al gravar a la educación, y de dislocación de la universidad estatal. Porque el planteamiento del “financiamiento externo” sólo servirá a cátedras y departamentos aislados, dejando a la gran mayoría de las actividades sin salida. No existe en el proyecto ningún concepto pedagógico, sólo adecuación a los requeri­mientos de un capitalismo en crisis que tiene que arrasar con las conquistas educativas de la población para defender su tasa de ganancia.


Programa


  • En defensa de la educación estatal, única, gratuita y laica: derogación de la nefas­ta Ley Federal de Educación y retiro del pro­yecto de Ley de Enseñanza Superior que se encuentra en el Parlamento, así como de los proyectos complementarios sobre “régimen económico-financiero” y del decreto sobre “incompatibilidades” para el despido de do­centes.
  • Triplicación inmediata del presupuesto bajo control estudiantil-docente. Fondos pú­blicos para más y mejores edificios, reequipa­miento de laboratorios y bibliotecas, becas estudiantiles, comedores y vivienda universi­taria. Que se financie con los fondos provenientes del desconocimiento de la deuda ex­terna e interna con el capital financiero y de un impuesto confiscatorio al gran capital.
  • No al arancel, ni a las tasas, contribucio­nes o impuestos a la clase media y los trabaja­dores. Abolición de los posgrados pagos y fondos para su financiamiento. Eliminación de los aranceles por exámenes y trámites ad­ministrativos.
  • Por la vigencia plena e integral del ingreso irrestricto. No a los exámenes, “ci­clos” o cursos de ingreso. No al limitacionismo: no a las condiciones de regularidad, a las materias y exámenes “filtro”. Control estu­diantil de los mecanismos de evaluación en las cursadas.
  • Derogar la legislación que permite otor­gar títulos habilitantes a las Universidades Privadas. Investigación de sus activos, propie­dades y funcionamiento. Nacionalización de los establecimientos y total separación de la Iglesia de las tareas de formación educativa.
  • No a la privatización de la Universidad. Fuera los monopolios capitalistas de la educa­ción. Abajo el secreto comercial y de las patentes que impiden el acceso a la investiga­ción y a la tecnología de la gran empresa. Ningún subsidio para la utilización de los recursos de la Universidad por parte de los monopolios capitalistas.
  • Defensa de la autonomía y el cogobierno: no a la votación por “claustros”, vigencia del principio del sufragio universal, paridad estudiantil docente en los organismos directi­vos. Integración de los auxiliares docentes en el claustro de profesores. Concursos de oposi­ción y antecedentes con tribunales integrados democráticamente por docentes y alumnos.
  • Aumento salarial para los docentes y no docentes. Media canasta familiar para el cargo testigo. Aumento de los cargos de dedicación exclusiva. Fuera los premios, la aplicación de la “flexibilidad laboral” y los pagos en negro. Por la vigencia del nomenclador docente.
  • Por la unidad del movimiento universi­tario con los trabajadores. Por organizaciones sindicales fundadas en el funcionamiento por Asambleas y Cuerpos de Delegados, cargos elegibles y revocables, por la independencia política del movimiento universitario. Por un Congreso de Bases de la FUA y CONADU para votar un plan de lucha único. Por la unidad docente-estudiantil y junto al movi­miento de lucha de los trabajadores y explota­dos.