El mes de marzo trajo otra caída en el Índice de Producción Industrial (IPI) de Fiel, esta vez del 3,1% interanual, que da cuenta de las consecuencias de la política de ajuste fondomonetarista que aplica el gobierno, la huelga patronal de inversiones y la nula generación de empleo formal en sectores estratégicos de la economía.

Entre las principales razones que originaron esta caída se destaca la orientación del gobierno que prioriza el pacto con el FMI, con la fuga de dólares, el financiamiento de las corridas cambiarias y el pago de deuda mientras se sostiene el cepo a las importaciones de insumo, y que se proyecta en otras medidas como la suba de las tasas de intereses que encarece el crédito e impacta en la caída de la actividad económica.

A esto se sumase la caída de la demanda, las dificultades para la importación de insumos, faltante de materias primas y las paradas de plantas, en un mes que contó con un 7,7% de inflación y un mercado local con dificultades. Con estos resultados la producción industrial acumula dos trimestres en baja y regresa a valores de principios del 2022.

Los sectores más afectados son la industria alimentaria –en un país donde crecen las necesidades alimentarias y la pobreza-, con especial énfasis en la faena vacuna; la industria metalmecánica, principalmente la venta y producción de maquinaria agrícola, por el impacto de la sequía; y la producción e insumos químicos y plásticos.

Los sectores que mantienen un alza son aquellos que dependen en gran medida de las exportaciones, como la industria automotriz, minerales son metálicos y petróleo procesado, y que incluso cuentan con régimen y beneficios especiales otorgados por el gobierno.

En este cuadro, el gobierno pacta con el FMI el objetivo de eliminar 400.000 programas sociales, con el supuesto destino de incorporarlos en el mercado laboral, pero con una industria para atrás y una clase capitalista que demanda una reforma laboral y un ataque a fondo contra los trabajadores para “invertir”.

El gobierno nacional pretende salir de esta situación con un ataque a las condiciones de vida del conjunto de los trabajadores, algo que comparte con la oposición patronal que ha ido a desfilar al Foro de Llao Llao con programas y medidas de ataque al salario y a las condiciones y derechos laborales.

La salida de los trabajadores debe partir de tomar las riendas de la economía y la industria nacional con un programa sobre nuevas bases sociales y el rechazo a las medidas y el pacto con el FMI, para generar empleo y un plan industrial que satisfaga las necesidades populares y de los trabajadores.

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