Políticas

4/9/2003|816

La “quita” de la deuda es verso

Clarín descubrió el pasado domingo 31 que el colosal endeudamiento de la Argentina había dejado de ser un problema. “Por primera vez en 30 años, los acreedores están dispuestos a negociar…”, dijo, una quita del orden del 80% so bre la deuda que está “en default”. De esta manera, unos 98.000 millones de dólares quedarían reducidos a 19.000 millones de dólares. El ahorro llegaría a 79.000 millones de dólares (Clarín, 31/8, pág. 14). ¡Qué tal!


Sin romper con el Fondo Monetario, sin caer en el “extremismo” trotskista, Kirchner y Lavagna estarían a punto de pulverizar la deuda y de abrir una ruta imparable de crecimiento económico.


Lo que a Clarín se le “olvidó” es que lo que se está negociando es una quita sobre el llamado “valor presente” de la deuda. La diferencia es abismal, pues se trata de un valor abstracto que no implica quitas de ninguna clase, incluso puede significar un aumento de la deuda, comparativamente a la tasa de interés imperante al momento en que se la renegocia.


La deuda en default, de 98.000 millones, está contraída con intereses del orden del 12 ó 13% anual. Con estos intereses implícitos, el endeudamiento trepa a más de 150.000 millones de dólares. A través de una reducción de la tasa de i nterés, prorrogando los pagos o disminuyendo el capital, lo que se busca es hacer factible que el deudor pueda seguir pagando la deuda de… 98.000 millones de dólares y sus nuevos intereses.


¿Por qué los acreedores aceptarían, por ejemplo, una reducción de la tasa de interés? Porque la tasa de interés internacional para préstamos de largo plazo está hoy en el orden del 2 ó 3% anual, mientras que la del default argentino es del 12 ó 13%. Con garantías de pago – acuerdo con el Fondo, compromiso de superávit fiscal creciente – los acreedores podrían acceder a bajar la tasa de interés del 12 ó 13% al 3 ó 4% anual (en la Ciudad de Buenos Aires la redujeron del 11 al 7%) y seguirían haciendo un excelente negocio porque seguirán obteniendo mucho más que en otras partes del mundo. En ese caso la Argentina seguiría debiendo los 98.000 millones, a una tasa menor pero aún así superior a la internacional.


Otra variante sería reducir el capital de la deuda, pero con intereses del 12 o 13%. La deuda bajaría, por ejemplo, a 70.000 millones de dólares pero como los intereses serían varias veces mayores a los internacionales, todos los años habría que pagar lo mismo que si se debieran 98.000 millones al 3 ó 4%.


Lavagna aclaró una y mil veces que la negociación apunta a obtener un valor presente de la deuda equivalente al actual. Esto significa, en definitiva, que a las actuales tasas de interés internacionales, la Argentina seguirá debiendo los 98.000 millones de dólares que hoy están en default.


El supuesto ahorro de 79.000 millones de dólares no es más que un sueño de verano del “gran diario argentino” y una ilusión de la burguesía o pequeño burguesía centroizquierdista.


Como se puede apreciar, los que nos acusan todos los días de irrealistas viven “en el limbo”.