El argumento de sostener el equilibrio fiscal que pregona el gobierno nacional, es la excusa para dejar de transferir a las provincias las partidas de coparticipación o las destinadas a la obra pública. Una de las provincias que ha recibido fuertes recortes ha sido Neuquén. El gobernador Rolando Figueroa, el “mas confiable” según Milei, a pesar de autoadjudicarse el papel de “rebelde patagónico”, lejos de exigirle al gobierno nacional el envío de las partidas establecidas por ley, traslada el recorte nacional hacia las y los trabajadores y hacia los fondos destinados a la ayuda social.

Y ahora, con el argumento de sostener la continuidad de la obra pública, anuncia la emisión de un nuevo endeudamiento por U$S 500 millones más 70.000 millones en pesos, lo cual agravará la aspiradora de recursos fiscales a favor de un puñado de buitres bancarios y financieros. Toda la política oficial puede explicarse en función de “honrar” los compromisos de deuda dolarizada. Todo el capital político de la victoria electoral de abril del año pasado sobre el MPN, está puesta por el “nuevo” gobierno en pagar hasta el último dólar de la usura financiera.
Salarios y recaudación.

Ya se ha dicho en Prensa Obrera que un reclamo central de la recientemente cerrada huelga de ATEN (la inclusión del IPC de enero 2024 para el cálculo de las actualizaciones salariales) no fue parte del acuerdo que el gobierno impulsó junto a la dirección sindical baradelista de ATEN.

A grandes rasgos, según los propios datos de funcionarios, la masa salarial del Estado neuquino en enero de 2024 era de unos $100.000 millones por mes (Minuto Neuquén 13/01/2024). Y también, según datos oficiales, “Neuquén registró una pérdida superior a los $ 22.500 millones” en el primer trimestre. Un monto que equivale casi exactamente a lo que el acuerdo salarial le robó a 70.000 estatales del sueldo de enero. La motosierra del gobernador replica la de Milei.

Luego de cerrada la huelga, recién se conoció oficialmente que en ese primer trimestre la provincia tuvo ingresos por $ 618.000 millones, con toda la obra pública paralizada, sin ayuda social a comedores y merenderos barriales y con salarios congelados hasta marzo para afrontar la inflación del primer trimestre. En Neuquén el ministro de Economía, Guillermo Koenig, también argumenta aquello del equilibrio fiscal y dice que hay que “reorganizar para redistribuir”. Un cuento chino.

En primer lugar porque su ministerio mantuvo bajo siete llaves los datos recaudatorios del primer semestre hasta los primeros días de abril. Pero lo esencial es que si la provincia pierde ingresos fiscales, no es por los impuestos que el pueblo deja de pagar (ver más adelante), sino por lo que el gobierno nacional y las petroleras le escamotean. Sin embargo las medidas de su ministerio no apuntan a los escamoteadores, sino a la clase trabajadora y los sectores más empobrecidos.

El total de recaudación por impuestos provinciales creció en enero 2024 la friolera del 82% respecto a diciembre del 2023. Triplicando y algo más la inflación del primer mes de este año en Neuquén que fue el 24,5%. De modo que cuando el ministro dice que las recaudaciones de febrero y marzo estuvieron por debajo de la inflación neuquina, oculta que esa merma no contrarresta para el trimestre el incremento recaudatorio de enero 2024. También oculta que la motosierra de Milei coparticipó en febrero y marzo menos fondos en términos absolutos que los coparticipados en enero 2024, es decir, la partidas enviadas desde Nación fueron negativas.

Pero el gobierno provincial es un aliado del rumbo general del gobierno nacional, y por supuesto no impulsa ninguna causa o exigencia contra la motosierra. El complemento de la motosierra de Nación, viene por el lado de las empresas petroleras, que en febrero produjeron la misma cantidad de barriles diarios que en diciembre del año pasado y en enero 2024 produjeron menos barriles que en diciembre pasado. Un amesetamiento que no se condice con ninguna medida estatal que lo justifique. Simplemente es la huelga de recursos que las empresas mantienen sobre Vaca Muerta. Una tendencia que es inversa en la producción de gas, pero que no compensa el amesetamiento del petróleo.
El ministro de Economía, no denuncia esta retracción productiva. Recorta los salarios.

Obra pública y recaudación

El plan presupuestado para inversión en infraestructura es del orden de los $ 255.000 millones. Iniciando el segundo trimestre del año, casi la totalidad de las obras están paralizadas. Las de infraestructura escolar, pero también hospitalarias o rutas y otras obras fundamentales.

Están paralizadas las que tienen asignadas partidas de origen provincial, tanto como las obras que dependían de las partidas que enviara el gobierno nacional. Eso repercute negativamente en la actividad económica de la provincia y sobre el nivel de empleo en el gremio de la construcción, cuya conducción se jugó por entero en la campaña del actual gobierno (el intendente de Añelo en el corazón de Vaca Muerta pertenece al sindicato y ganó como candidato de Figueroa), y que además la UOCRA viene de suscribir con el gobernador el “plan de empleabilidad”, para transferir beneficiarios de planes sociales a las obras.

Existen obras emblemáticas como el gran hospital Norpatagónico que se construye en la meseta de la zona de Capital. El propio ministro de Salud, Martín Regueiro, dijo “el contexto de dificultades económicas en el área de salud no permite poner el foco en grandes obras de infraestructura, como el Hospital Norpatagónico….Si le doy prioridad al Norpatagónico, no puedo poner medicamentos….qué se puede hacer con el hospital Norpatagónico si no tenemos insulina” (LMN 10/2/2024).

Menos obras es menos ventas de materiales, por lo tanto menos recaudación impositiva. Pero no son los obreros de la construcción los responsables, que lo pagan caro con su pérdida de puestos laborales, sino la motosierra de Milei que el gobernador Figueroa traslada sobre la población de la provincia.

Lobistas de las petroleras…y de la Pampa Húmeda

En un sincericidio para justificar el permiso de un nuevo endeudamiento que el gobierno ha enviado a la Legislatura, el ministro de Economía anticipó que esperan “año duro, especialmente a partir del segundo semestre, si no se aplica una nueva devaluación del tipo de cambio y el país continúa sin dar señales de reactivación” (RN, 9/4/2024).
Una nueva devaluación disparará una inflación ya galopante, destruirá (junto a los tarifazos) el poder adquisitivo de los salarios, pero será un gran negocio para petroleras que facturan a valor dólar y exportan en dólares, pero también para los sojeros de la Pampa Húmeda, que luego el gobierno de Neuquén acusa de favoritismos del centralismo porteño.

Las dos medidas que propone el gobierno, nuevo endeudamiento (U$S 500 millones y $ 70.000 en Letras del Tesoro) y la devaluación, significan una catástrofe social de magnitud.

No es cierto que mientras Milei poda con la motosierra, el provincial poda con la tijera, y menos que esa poda sea para que “crezca más fuerte”. Ya tuvimos una devaluación en diciembre y otra poco antes y, sin embargo, el ministro Koenig debe admitir que en tres meses la inflación licuó el efecto sobre la economía (aunque masacró salarios y jubilaciones), y que nueva deuda solo implica mayor porción de la recaudación destinada a su pago…agravado por la devalución.

Es un círculo vicioso, muy beneficioso para petroleras y sojeros (y exportadores en general), pero fatal para los que viven de su trabajo. Un círculo vicioso que podemos cortar de un solo tajo si nos organizamos para enfrentar ambas motosierras. Para eso es que el Partido Obrero realiza en todo el país, pero también en Neuquén de norte a sur y de este a oeste, las asambleas abiertas. Todo el activismo y las y los luchadores están convocados a deliberar y decidir las acciones que pongan al movimiento obrero y popular en el camino de la huelga general para mandar al fondo de la historia el círculo vicioso de una capitalismo en decadencia y barbarie.

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