Políticas

5/8/2022

La reunión de Macri con los embajadores del G7

Una agenda antiobrera y proimperialista.

Macri junto a los embajadores.

El expresidente Mauricio Macri participó ayer, en el barrio porteño de Belgrano, de un almuerzo junto a los embajadores del G7, el grupo que nuclea a las principales potencias capitalistas del mundo (Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Japón, Canadá e Italia).

Macri aprovechó la ocasión para presentarse como un candidato favorable a los intereses del imperialismo, ratificando su disposición a desenvolver el fracasado acuerdo Mercosur-Unión Europea y a concretar el ingreso de Argentina a la OCDE, una usina desde la cual se impulsan todo tipo de ataques contra la clase obrera, como reformas laborales (que barren con las conquistas de los trabajadores) y previsionales (que hunden a los jubilados en la miseria).

El otrora mandatario reforzó allí su alineamiento con el imperialismo; refrendó su apoyo a la Otan en la guerra que se desarrolla en Europa y a Estados Unidos en su nueva cruzada contra China, cuando se incrementan las tendencias bélicas en la región donde está ubicado Taiwán. Macri, asimismo, no se privó de buscar en el cónclave un sostén internacional en su camino a ser nuevamente un protagonista clave del tablero político local.

En estos Estados existe una inquietud en torno a la vacancia de un recambio político al gobierno del Frente de Todos, en medio de una profunda crisis política y del fracaso del acuerdo con el FMI. Y especialmente ante un eventual adelantamiento de los comicios presidenciales.

Esto porque la oposición de Juntos por el Cambio (JxC) no puede exhibir músculo como tal, permanece casi borrada de la escena nacional y se encuentra fuertemente dividida en relación a cuál es la salida a la crisis. Los choques entre Bullrich y Larreta dentro del PRO expresan las divergencias entre una política de shock y otra de ajuste “gradual” que evite un estallido social y hasta la liquidación de un sector de la burguesía nacional. Es también lo que se manifestó recientemente en el respaldo del gobernador jujeño Gerardo Morales al “superministro” Massa.

Las concesiones que Macri le ofrece al imperialismo no abren ninguna perspectiva de desarrollo para el país. Los países del G7 son la residencia de las multinacionales que han venido saqueando a la Argentina, aprovechando los altos precios internacionales de las materias primas. El PRO habla de una apertura al mercado mundial, cuando en él dominan las tendencias a la recesión, a la huelga de inversiones y a una creciente fuga de capitales desde los países “emergentes” hacia las metrópolis. Por esa vía Argentina no recibirá ahora la “lluvia de inversiones” que Macri en su mandato fracasó en obtener, pero sí, por el contrario, se profundizará la colonización financiera del país.

Contra esto, los trabajadores debemos organizarnos de manera independiente, sin ningún apoyo a los partidos que han conducido a Argentina al desastre.