La Rioja: la derrota de Beder agudiza la crisis
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Por primera vez en la historia el peronismo en La Rioja perdió una elección general. A esto hay que sumarle que en este caso la lista pejotista iba encabezada por su principal caudillo, Beder Herrera y que el candidato que les ganó fue el ignoto Héctor Olivares que, a modo de ilustración, el último 5 de julio en las elecciones locales fue candidato a intendente de Arauco y solo logró el 5% de los votos. El FpV también fue derrotado en la categoría de Parlasur distrito regional, donde llevaba de candidato al Diputado Nacional y Ministro de Producción Javier Tineo, uno de los nenes mimados de Beder y de los “sectores productivos” de la provincia. Tineo perdió la contienda con Marcela Crabbe, dirigente ambientalista referente de la lucha de Famatina que fue candidata, junto a Olivares, por Cambiemos que en la provincia iba adherida a las boletas de Macri y Massa.
La derrota del bederismo, a solo tres meses de ganar la provincia y a dos meses de ganar por amplio margen las Paso, debe atribuirse en gran parte a las importantes movilizaciones de las últimas semanas contra la megaminería en Famatina. El corte en Angulo y la posterior represión así como la importante movilización a sólo cinco días de las elecciones, sumado al desastre ambiental generado en la vecina San Juan -donde también reprimieron un corte- convirtió a la elección en un plebiscito sobre la megaminería. Días antes de las elecciones, en las mesas de agitación por la campaña del Frente de Izquierda, los diálogos de la gente se centraban en la cuestión minera y manifestaban que el voto iba a ser en torno a eso. La derrota de Beder debe entenderse como otro punto en la rebelión popular contra la instalación de pulpos mineros. Esto no quiere decir que Fuerza Cívica Riojana ni mucho menos Cambiemos representen esa lucha. Crabbe, ahora parlamentaria, representa el sector más reaccionario de la lucha de Famatina. Es una conocida dirigente menemista que ahora integró las listas del macrismo. En el corte de Angulos hubo denuncias de compañeros activistas que fueron echados del corte por el sector de Crabbe para que no se plantearan ahí cuestiones de fondo en torno a las mineras y su relación tanto con Scioli como con Macri.
Otro punto que no se escapó de las elecciones fue el enorme escándalo de la estatización del Banco Rioja y las denuncias de corrupción que ahí se revelaron. Esta denuncia sólo fue tomada en la campaña por el Frente de Izquierda. En este cuadro, la votación al FIT duplicó en votos a la obtenida por ambas listas en las Paso y la campaña demostró un mayor entusiasmo hacia la izquierda por su independencia en la lucha contra las mineras. Esto es un punto valioso ya que demuestra que una parte importante de estos movimientos empiezan a ver en el FIT a un polo real de oposición a las políticas de entrega tanto del oficialismo como de la oposición. La crisis en curso de todo el Estado tanto a nivel nacional como provincial se agudiza con este nuevo episodio. Ya existe un enfrentamiento objetivo entre el gobernador y el vicegobernador electos y la transición de Quintela a Paredes Urquiza en capital (de diferentes facciones del PJ) es de lo más escandalosa. La derrota en carne propia de Beder le quita margen para arbitrar esas internas. Quintela, que iba tercero en la misma lista se queda afuera del Congreso y tras perder el municipio sufrirá la disolución definitiva de toda su camarilla.
El Frente de Izquierda acrecentó su votación, de 2.300 votos logrados en las Paso a 3.364 votos. Ahora, el Partido Obrero y el Frente de Izquierda deben asumir un rol protagónico en las luchas que vienen para presentarse como un polo antagónico ante la descomposición del Estado y los partidos del régimen. El primer paso, será una fuerte campaña por el voto en blanco contra los dos candidatos de Barrick Gold que están en el balotaje.