Beder Herrera, como Gioja o Corpacci, pertenece a la liga de gobernadores representantes de los intereses de las grandes megamineras internacionales. A diferencia de estos últimos, al riojano no le fue muy bien en estos últimos diez años: el gran movimiento de lucha de Famatina ha enfrentado la unión del gobierno provincial, nacional y empresarios mineros con masivas movilizaciones y cortes de ruta, logrando expulsar ya a cinco mineras.

Pero Herrera ha vuelto a la carga. Este año autorizó a una empresa, cuyo dueño es el salteño Miguel Julio Urtube, a realizar la explotación de aproximadamente nueve emprendimientos, cediéndole más de mil hectáreas en el departamento Famatina. Lo “curioso” es que los lugares cedidos están sobre el río Blanco, que es uno de los caminos por los cuales se puede acceder a la mina de Famatina.

Meses atrás, los pobladores ya habían cortado el acceso a la mina y Urtube tuvo que retirarse. Pero con la complicidad de la policía y la Justicia, inició una causa judicial por el cual se encuentran denunciadas casi cincuenta personas.

Pretendía amedrentar a la población. Nada más errado: desde este 9 de octubre, ante nuevos movimientos de la empresa, Famatina ha vuelto a la lucha cortando el acceso por tiempo indeterminado a la minera Midais.

• No queremos un nuevo “Jachal”.

• ¡Fuera Midais de Río Blanco! ¡El Famatina no se toca!

• Vamos por una ley nacional que prohíba la depredación ambiental y laboral, por la derogación del Código Minero; por la nacionalización de los recursos naturales y el control obrero de la producción.