La segunda muerte de la unidad peronista y la agonía de Unen
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Hace seis meses, fue convocada una reunión de gobernadores del PJ, organizada por Scioli, Fellner, Insfrán, De la Sota y Gioja, para armar la sucesión presidencial. La agenda contemplaba la convocatoria a una Asamblea Legislativa frente a un eventual retiro anticipado de CFK. La semana pasada volvieron a encontrarse para discutir el mismo problema, pero esta vez precipitada por la esperada victoria de la alianza UCR-PRO en Marcos Juárez.
La reunión, sin embargo, fracasó en toda la línea cuando De la Sota y sus allegados le exigieron a Scioli que rompa con el gobierno. El gobernador pidió “tiempo”. Massa, por su lado, rechazó sumarse a este operativo a cambio de un apoyo del PJ para la gobernación de la provincia. Ante la ‘unidad’ frustrada, ocho de los gobernadores del PJ decidieron desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales y dejar sus opciones abiertas para las presidenciales.
La ruptura del Unen
La victoria de la alianza PRO-UCR en Marcos Juárez acentúa la disgregación del Unen: “Si a vos te va mal en esta elección -le habría dicho Binner a De la Sota- a mí me irá mal” (La Nación, 8/9). Luis Juez desertó enseguida del FA-Unen al PRO. En otro escenario, la corriente liderada por Ricardo Alfonsín ganó las internas de la UCR en la provincia, lo cual no modifica gran cosa para la UCR, esto porque las posibilidades bonaerenses de los radicales son nulas.
El Unen salió también devastado por el tema de la deuda. Solanas se abstuvo frente al ‘pago soberano’, en tanto que Libres del Sur lo apoya. El centroizquierda asiste a una nueva experiencia de fractura y volatilización.