Políticas

5/1/2023

La sexta ola de Covid y el ajuste a la salud de Kreplak y Kicillof

Se duplican los contagios en la provincia de Buenos Aires y en todo el país.

Kicillof Y Kreplak.

El 29 de diciembre el ministro de Salud bonaerense blanqueó el fuerte incremento de los contagios por Covid-19 en la provincia de Buenos Aires. En conferencia de prensa, Nicolás Kreplak informó sobre una duplicación semanal de la variante Sars CoV2 apelando a un lugar común y huidizo -“no hay que ocuparse sino preocuparse”- para deslindar la responsabilidad que le cabe al Frente de Todos y al Estado.

El “Estado presente” venía demorando esta información vital a la espera de la sanción del Presupuesto 2023 y a pesar de que el aumento de la contagiosidad (variante Ómicron) lleva ya varias semanas a escala nacional.

Que intervengan los trabajadores

Con el comienzo del año los contagios y recontagios están afectando a 27.000 bonaerenses por semana como parte de los los 75.000 infectados que contrajeron el virus en todo el país en el mismo período. La tasa de contagiosidad está llegando al 130%, tomando un seguimiento de siete días.

Desde el principio de la pandemia son casi un millón las personas que contrajeron alguna de las variantes de coronavirus en la Argentina y 130.000 las víctimas fatales. Lejos del fin del fin de la pandemia, que invocan el gobierno y las cámaras capitalistas para justificar recortes de presupuesto y golpes flexibilizadores a las conquistas laborales y de salud, la sexta ola se caracteriza por una circulación “muy, muy alta” y “tremendamente transmisible”,como declaró la directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica, Analía Rearte. La funcionaria destacó como un problema serio que el virus circule más allá de las estaciones climáticas habituales, como consecuencia de las mutaciones y resistencias de la Ómicron a la inmunización.

De continuar con estas tasas de infección, enero y febrero serán meses complicados por la movilidad vacacional, lo que podría empalmar con los virus estacionales propios de temperaturas más frías en otoño e invierno. Kreplak reconoció el aumento de la positividad pero relativizó su impacto en la internación. Sin embargo, a la par que se duplican los casos va creciendo también la ocupación de las camas de Unidades de Terapia Intensiva (UTI), que ya alcanza a un 41,3,% en la provincia de Buenos Aires.

La Ómicrón es de alta contagiosidad, replica sobre el tracto respiratorio superior y, como dijimos, es resistente, por sus mutaciones, a las vacunas; en este escenario se anunciaron las vacunas bivalentes que siguen sin llegar a la Argentina y no se producen localmente.

Desde el Ministerio de Salud provincial se adjudica la nueva ola del coronavirus a la “falta de percepción de la población”, en pocas palabras al “achanchamiento” individual. Se responsabiliza a la población trabajadora de descuidada y negligente para lavar culpas propias y disimular los ajustes a la atención sanitaria.

Kreplak sintetiza el verso kirchnerista de “La Patria es el Otro” en un área tan sensible como es la salud. Fue el ministro de Kicillof quien acompañó el proyecto de Presupuesto 2023 en la legislatura con el anuncio mentiroso y trucho del “fin de la pandemia”. El propósito de este bulo fue justificar la eliminación del Fondo Covid, clavar las partidas sanitarias a la baja de la inflación real y suprimir todo refuerzo extraordinario y de emergencia para atender un rebrote de la pandemia que se veía venir en Argentina y que ya circula en todo el mundo.

Al día de la fecha no hay informes de la llegada de las vacunas bivalentes Pfizer y Moderna, que ya circulan en los EE.UU. La Conferencia de Prensa de Kreplak llega tarde, con ajuste y con posterioridad al demorado cierre de la paritaria 2022. El aspirante a la reelección no da respuesta a los reclamos de los médicos residentes de la provincia que denuncian los bajos salarios como parte del ajuste de Kicillof para Salud.

A pesar de la nueva emergencia y la duplicación de contagios, el gobierno no repuso los testeos gratuitos y los restringe a los mayores de 50 con síntomas, a la población de riesgo y a los trabajadores a cargo de personas vulnerables. Se va haciendo un cuello de botella llamado a incidir en la ocupación de las UTIs.

Movilicemos en defensa de la salud, contra el ajuste del FMI

La política sanitaria está bajo el control del FMI, del capital financiero y de los grandes laboratorios que transan los acuerdos de provisión de vacunas y poseen el secreto y patentes de su elaboración. Con una provincia de Buenos Aires pauperizada, un 50% de la población pobre y una franja cada vez más grande de indigentes, el gobierno somete a los contagiados reales y eventuales al gasto que demandan los “autotests” pagos y sin garantía de diagnóstico eficaz. Una privatización que hace de la pandemia un lucro privado.

Esta política de ajuste y privatización es convalidada por la derecha que acepta los testeos pagos y le reprocha hipócritamente al Ministerio de Salud de Kicillof el haber “dilapidado” 500 millones de pesos para la provisión de gel íntimo. El desprecio capitalista de Juntos por la salud sexual de la población exige como respuesta popular la producción y distribución estatal del gel y otros productos sacándolos del negocio coimero de los privados.

No es lo que hace Kicillof ni lo que postula su rival y jefe de gabinete, Martín Insaurralde. El gobierno que llama a “ocuparse” no va más allá de un par de recomendaciones elementales como son la ventilación adecuada y el distanciamiento voluntario. Estas recomendaciones son, sin embargo, impracticables para cientos de miles de familias trabajadoras bonaerenses que sobreviven hambreadas y hacinadas. La provincia de Buenos Aires tiene un déficit habitacional de un millón y medio de personas que tiende a crecer: con la inflación, y el sablazo a los alquileres como “regalo de reyes”, las perspectivas son aún más duras para los millones que changuean, están en negro o precarizados y que carecen del derecho a aislarse “preventivamente” durante cinco días como sermonea Kreplak.

La vacunación sigue siendo el mejor instrumento para limitar el impacto y la circulación severa del virus. Es también un registro estadístico -vacunados mediante- de la evolución de la pandemia ante la supresión de los testeos oficiales. Kicillof y Kreplak deben garantizar los testeos a cargo del Estado y gratuitos para toda la población trabajadora, la universalidad de la quinta dosis, y la inoculación de las vacunas bivalentes que había sido anunciada en la Argentina para enero.

No se trata sólo de ocuparse sino de movilizarse, lo protocolos sanitarios y su cumplimiento requieren de la organización de los trabajadores en comisiones de seguridad e higiene con poder de decisión sobre el Estado patrón y los empresarios.

Plata para salud y no para el FMI y el comité de acreedores de la fraudulenta deuda externa bonaerense. Apertura de más centros de vacunación en toda la provincia de Buenos Aires y extensión del horario de atención nombrando más cargos en Salud. Satisfacción de los reclamos salariales y laborales que exigen los trabajadores y profesionales de salud que siguen en la primera línea de lucha contra el Covid. Aumento inmediato del presupuesto para financiar un programa integral de combate contra la Ómicron.