Políticas

4/4/2019

La solicitada de la CGT: un programa de defensa de los patrones

La burocracia marchó sin paro, sin acto de cierre y sin reclamos obreros.
 

La marcha convocada por la CGT no tuvo paro, no tuvo acto y ni siquiera levantó los reclamos de los trabajadores frente a la crisis y el ajuste del gobierno nacional y de los provinciales que están destrozando los ingresos de los hogares obreros y han dejado en la calle a centenares de miles por los cierres de empresas y la ofensiva de las patronales.


La movilización reunió a la CGT y a las facciones de la CTA con los empresarios y el PJ, con un programa que levanta el reclamo de las patronales que hoy están despidiendo a los trabajadores, olvidando totalmente el conjunto de las demandas obreras. Por su contenido y la ausencia de un paro, la marcha tuvo el claro objetivo de jalonar un relevo electoral del macrismo a manos de alguna variante del peronismo, dándole la espalda a toda lucha de los trabajadores, a las cuales han saboteado y aislado a lo largo de todo el gobierno de Macri, como antes lo hicieron en la época K.


El propio Héctor Daer, uno de los dos burócratas máximos de la CGT, se despachó el lunes contra la medida de fuerza con el planteo de que “no existe un consenso en el movimiento obrero para un paro" y que, además, “no es momento de paros cuando faltan solo unos meses para las elecciones y el cambio de gobierno”. Y, para que no queden dudas, planteó que una eventual medida de fuerza, “debe ser parte de una táctica con el punto final de posicionar una alternativa para ganar las elecciones" (Clarín, 1/4).


Con el espanto que le produjo, en la movilización de marzo del 2017, la toma del palco por parte de sectores obreros indignados con la política entreguista de la cúpula cegetista, la burocracia decidió no realizar un acto de cierre y publicó una solicitada redactada junto con las patronales cuyo contenido deja de lado toda reivindicación de los trabajadores.


Solicitada publicada por la CGT hoy en todos los matutinos.


Desde el título, la declaración cegetista-patronal deja en claro que no se trata de una movilización con un programa de reclamos obreros. La marcha es “por la unidad” (del PJ), la “producción y el trabajo argentino”, es decir en defensa de los empresarios “nacionales” que están despidiendo a centenares de miles de empleados (como, por ejemplo, Madanes Quintanilla, el dueño de Fate, que pretendió dejar en la calle a más de 400 trabajadores y fue detenido momentáneamente por la enorme lucha de los obreros del neumático, encabezada por el Sutna).


Ante esta masacre social, la burocracia “reclama” una generalidad: “por más trabajo decente y en relación de dependencia”, mientras sabotea o aísla toda lucha contra los despidos y jamás ha lanzado una lucha para terminar con el trabajo en negro, que abarca a más del 30% de los trabajadores. Tampoco reclama que, ante la baja en la producción, haya una distribución de las horas de trabajo sin disminución del salario. Y mucho menos que se ocupe toda empresa que cierre o despida masivamente.


En medio del hundimiento social de la población trabajadora, con paritarias a la baja firmadas por la burocracia sindical, que han llevado a triturar el poder de compra de los salarios, el reclamo de la CGT es “por mejores salarios” –un saludo a la bandera si no hay un reclamo concreto de recuperación de lo perdido y para el 2019 un porcentaje similar a la inflación esperada, ajustable mensualmente.


Otro tanto con las jubilaciones. El “reclamo” es de “mejores jubilaciones que dignifiquen a nuestros mayores”. Ningún pedido concreto. Un cinismo a toda prueba cuando más de la mitad de los jubilados cobran la mínima que ronda los $10.000.


Es tan antiobrero el “programa” que, en relación con el impuesto a las Ganancias, que golpea con fuerza en los bolsillos de centenares de miles de trabajadores, pide que el mismo “no destruya el salario”, cuando se trata de su eliminación lisa y llana porque el salario no es ganancia. Es que la burocracia cegetista fue partícipe de todos los enjuagues para mantener este impuesto, perpetuado por medio de una ley acordada con sectores del pejota.


Frente a los tarifazos que han multiplicado por mil o más el valor de los servicios en dos años, la CGT se despacha con el “pedido” de que “las tarifas sean socialmente sustentables”. Ni una palabra de volver atrás con lo que se está esquilmando a las familias obreras.


Todo el resto de los planteos del “programa” de la marcha son en favor de los patrones. “Por más producción nacional”, que se “priorice el desarrollo industrial”, “por más desarrollo agropecuario con valor agregado”, “por una política fiscal y monetaria para incentivar la producción, el trabajo y el mercado interno”.


La CGT es una pata central para que el gobierno macrista y los gobernadores de todo pelaje –muchos de ellos peronistas– hayan podido imponer el ajuste, los salarios a la baja y los miles de despidos. Representante de los intereses capitalistas en el seno del movimiento obrero, la burocracia sindical es el bloqueo mayor para las luchas de los trabajadores que han salido y salen todos los días a enfrentar los ataques gubernamentales y patronales. Es una losa que los trabajadores deben sacarse de encima.


Por un congreso de bases de todos los sindicatos que debata y ponga en marcha un paro activo de 36 horas y un plan de lucha para liquidar el ajuste y que la crisis no la paguen los trabajadores sino quienes la generaron: los capitalistas.