Políticas

31/1/2008|1025

La “suerte” del almirante Godoy


El almirante Jorge Godoy, jefe de la Armada Argentina, parece un hombre de suerte; es que a nadie en el gobierno nacional se le ocurrió echarlo de la marina a pesar de que la lista de los delitos que cometió es enorme. Cualquiera de ellos, individualmente, justificarían su baja deshonrosa.


Godoy contaba entre sus asesores al contralmirante Roberto Pertusio, preso desde 2006, acusado de secuestros, torturas y asesinatos. La detención no privó a Godoy de seguir contando con el "asesoramiento" de Pertusio.


Godoy está implicado en el caso Febres, ya que el prefecto asesinado pasó unas "vacaciones" (mientras estaba detenido) en la base naval de Azul entre 2003 y 2005. Allí gozó de condiciones "privilegiadas" para evitar que abriera la boca. En la época de la dictadura, la Prefectura dependía de la Marina y Febres acusaba a los jefes de la Armada de haberlo "abandonado".


Godoy construyó en dependencias de la base naval de Puerto Belgrano un verdadero "hotel de cinco estrellas" para alojar a los marinos detenidos por su participación en la represión. La "cárcel" tenía pisos alfombrados, baños privados y ventiladores de techo, además de que cada detenido podía tener en su poder las llaves de su habitación. Junto con esto, pileta y gimnasio. Casi un country.


El escándalo de la construcción de la "cárcel vip" no termina en sus "comodidades". Su construcción fue encargada a una constructora vinculada con el almirante Gaudiero, ex subjefe de Godoy. Las cuentas, como era de esperar, no están claras.


Tampoco están claras las cuentas referidas al traspaso de las reparticiones navales que funcionaban en la Esma; tres almirantes fueron pasados a retiro por "irregularidades".


Todo esto sin mencionar el espionaje descubierto en la base naval de Trelew, que lo obligó a despedir a gran parte de su alto mando.


No es "suerte" lo que tiene Godoy sino la complicidad del gobierno de los "derechos y humanos".