Políticas

27/12/2020

Neuquén

La tibia reactivación de Vaca Muerta con la mira en el exterior

¿Dónde estamos?

En oportunidad de inaugurar días pasados el primer Parque Industrial privado para Vaca Muerta, el ministro de Energía de Neuquén, Alejandro Monteiro, manifestó que si bien “actualmente hay 18 equipos en los yacimientos, para fines de marzo el gobierno espera que haya 80”. Esto implica que se reactiven equipos a un promedio de 20 por mes.

No es la primera vez que el gobierno neuquino vende humo sobre la cantidad de equipos a futuro y promete una producción de una Vaca Muerta que despliega sus velas hacia un futuro venturoso. En mayo de 2018, en un seminario en Houston (EE.UU.) organizado por el Instituto Argentino de Petróleo y Gas (IAPG), el mismísimo gobernador, Omar Gutiérrez, anunció que: “el año que viene (NR: en 2019) vamos a estar produciendo 80 millones de metros cúbicos diarios de gas…Vamos a llegar a los 54 equipos en Vaca Muerta para principios de 2019” (Econojournal, 10/5/2018). Eso nunca ocurrió.

Patagonia Shale haciendo el balance de los equipos activos en Neuquén en el año 2019, informa que: “entre julio y agosto de 2019, en Neuquén hubo 43 equipos de perforación, para caer a un piso anual de 36 en diciembre”. Obviamente la caída de 7 equipos entre mitad y fines del 2019 se debe a la medida adoptada por el gobierno de Macri de congelar el precio de los combustibles, pero queda claro que nunca se llegó a los 54 equipos de perforación anunciados por el gobernador.

Ahora su ministro de Energía, reitera una expectativa que no se sustenta en datos objetivos o tendencias reales de inversión. La escasa inversión comprometida para reactivar Vaca Muerta, de cualquier manera no está en función de sostener una reactivación productiva local, sino en aprovechar las ventajas de la exportación y para… la fuga de divisas.

Para los sucesivos gobiernos de Neuquén toda la política pasa por apoyar y colgarse de los planes energéticos nacionales, con algún encontronazo intrascendente de vez en cuando. Así como el gobernador Omar Gutiérrez podía decir en Houston en 2018 durante el gobierno de Macri-Aranguren que “en Vaca Muerta no hay barreras. Hemos eliminado las restricciones para importar equipos usados, beneficiado las exportaciones al petróleo y al gas, hemos establecido un sendero de precios para el gas…”, hoy su ministro de Energía, Alejandro Monteiro, en un gobierno del Frente de Todos puede bregar junto al secretario nacional, Darío Martínez, “la libre disponibilidad de divisas derivadas de las operaciones de exportación y que tenga como objetivo el repago de préstamos, el pago de dividendos o el pago de bienes y servicios que requiere la inversión de la que se esté hablando, los derechos de exportación, que lo ideal sea una alícuota cero … la amortización acelerada de bienes de uso y la devolución del IVA para equiparar a los hidrocarburos con otros sectores, como la minería” (Vaca Muerta News, 24/12).

La defensa del negocio y la caja de las empresas es la línea rectora del MPN hace décadas, convenientemente adornada con promesas sobre “lluvias de dólares”, que luego la realidad se encarga de poner en ridículo, como en este caso, donde la lluvia (si existiera) se iría por la canaleta de la fuga al exterior ante el variado menú que se ofrece de la mano de Fernández-Martínez y Gutiérrez-Monteiro.

Conceder prebendas para una inversión cuyas ventajas productivas se irá al exterior, expone el sentido colonial de la política de todo el régimen, muy lejos de cualquier atisbo de una política nacional, y menos popular.

Realidad mata a relato.