Un fallo del juez platense Alejo Ramos Padilla conocido esta fin de semana ordenó archivar la causa por la toma del ex Club Planeadores, en el barrio de Los Hornos, donde a comienzos de 2020 se asentaron casi 200 familias, en un predio de 160 hectáreas. Con el tiempo, la ocupación creció hasta abarcar actualmente a 2,200. Es probablemente la más numerosa de la provincia.

El fallo del magistrado señala que la toma no es delito y exhorta al Estado provincial y municipal a la urbanización del lugar para satisfacer la necesidad de vivienda de los allí instalados. Observa que se trataba de un terreno desocupado, que no tenía demarcación alguna (era una zona baldía), y que la ocupación se hizo a plena luz del día (los grandes medios se concentraron este punto para caricaturizar el fallo y montar una campaña en contra).

El intendente de La Plata, Julio Garro (Cambiemos), salió al cruce de la decisión judicial y reclamó el desalojo. Lo mismo hicieron referentes nacionales de la oposición, como Patricia Bullrich. La lucha por el derecho a la vivienda es equiparada por ellos a un delito que se debe resolver por medio del Código Penal (Garro llegó a pedir la demolición de las precarias viviendas erigidas en el barrio). Los funcionarios platenses se valen también de argumentos más perversos, como señalar que el desalojo sería para defender a las propias familias, dado que la toma se encuentra en áreas inundables.

La toma de Los Hornos es una expresión emblemática del déficit habitacional (falta de vivienda o falencias graves en esa materia) que azota a la provincia. Este alcanza a más de 2,2 millones de hogares o “núcleos familiares”, según la Subsecretaría de Hábitat del Ministerio de desarrollo de la Comunidad de la provincia. En el discurso de apertura de sesiones de 2021, el gobernador Axel Kicillof admitió que como mínimo supera el millón. Y según Eduardo Reese, del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento, es de 1,7 millones de hogares (1,2 millones en el Gran Buenos Aires, y 550 mil en el interior), abarcando a más de 3 millones de personas (datos de Chequeado.com, 3/3/21).

Los responsables de esta situación son los gobiernos de las últimas décadas (municipales y provinciales; del justicialismo o de Cambiemos), que han cebado la especulación inmobiliaria que encarece el suelo y han priorizado el pago de la deuda externa por sobre las necesidades básicas de la población. El reciente acuerdo con el FMI le pone un cepo al desarrollo de cualquier plan serio de viviendas.

A mediados de 2020, el gobierno provincial anunció un plan de urbanización de la toma de Los Hornos. Este consistía en que que el gobierno nacional cedía las tierras, el gobierno provincial se encargaría del desarrollo urbanístico, y el local de la provisión de los servicios. Pero esto quedó en la nada. Al día de hoy, no hay agua potable ni cloacas en la zona. A su vez, las familias padecen el hostigamiento de bandas delictivas y el accionar de punteros que lucran con la desesperación de la gente, vendiendo los terrenos.

El Frente de Todos salió a criticar a Garro por sus declaraciones contra Ramos Padilla y a exigirle soluciones. Con ello, omite su propia responsabilidad en el déficit habitacional y que el desalojo de las familias sin techo tiene como uno de sus principales exponentes a un hombre de su fuerza, el secretario de seguridad provincial Sergio Berni, quien encabezó en persona el brutal desalojo de la toma de Guernica en octubre de 2020, con 4 mil policías, incendiando incluso las casillas de sus habitantes.

Es necesaria la urbanización del predio de Los Hornos, bajo control de una comisión de vecinos, dando satisfacción a las 2,200 familias. No a los desalojos. Por un plan masivo de viviendas financiado con impuestos al gran capital.

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