Políticas

23/2/1989|258

La Ucedé y Néstor Vicente

¿Qué significado tiene la crisis en la Ucedé, que cuenta como protagonistas principales, al menos “pour la galerie’, a dos mujeres?

El martes pasado la hija de Alsogaray vio frustrada su aspiración de llegar a la secretaria general del partido, cuando un bloque de viejos gorilas “rojistas”, el sector de la concejala de Viola y un grupo de la propia tendencia de la Alsogaray votaron la exclusión de ésta de la lista de delegados al comité nacional por la Capital Federal.

¿Rivalidades personales? Sin ninguna duda. Pero tiene que haber algo más para que en torno de esas rivalidades se alineen dos bloques diferentes.

Lo que en realidad procuró decidir la votación es un principio de conducta de la Ucedé en el colegio electoral. Si el bloque de la diputada Alsogaray se escindió en el apoyo a su líder, ello se debe a que la mujer ha manifestado en el pasado su disposición a negociar los votos de los electores de la Ucedé de la Capital en favor de Menem a cambio de los votos justicialistas para que ella ocupe la senaduría por el distrito. Esta tendencia pro-menemista tuvo otras manifestaciones, como las públicamente reconocidas tratativas del ucedeista Durañona y Vedia con personeros de Menem.

La pispireta concejala de Viola apunta en otra dirección: entregar los electores de la Ucedé a Angeloz a cambio de su designación para la Intendencia de la Capital. Los radicales no aceptan negociar el senado porque tienen una débil representación en este ámbito, pero si lo harían con una Intendencia que igualmente quedaría bajo el control del poder ejecutivo.

La crisis ucedeista ha llevado a la superficie nuevamente el tema del colegio electoral. El apoyo de Alvaro Alsogaray al bloque de la D’Alessio de Viola marca la decisión de la Ucedé y de un sector del imperialismo de presentar batalla del lado de la UCR contra Menem en ese recinto, si el margen de diferencias de los resultados electorales lo permite.

Angeloz no puede ganarle las elecciones a Menem, de lo que se trata es de ver si puede hacerlo en el colegio electoral sobre la base de una coalición de poder con la Ucedé y otros partidos. Es sintomático que el clerical Santiago de Estrada, que por algún motivo es embajador en el Vaticano, haya aceptado presentarse como candidato al parlamento por la Capital en la lista “federalista” que postula la fórmula Angeloz-Cristina Guzmán. La gran operación financiera gestada por el gobierno con la patria financiera” y los “exportadores” en los últimos días, por la cual le regaló a estos últimos unos 1.500 millones de australes mediante la devaluación del dólar para exportaciones, ha tenido el carácter de un acuerdo político con los grandes monopolios para permitir alguna posibilidad de suceso a Angeloz. No en vano éste ha apoyado el negociado de este mes de febrero sin dejar de repetir que es partidario de la completa liberación del mercado de cambios, algo que favorecería a exportadores y banqueros.

Estos movimientos en el campo de los intereses capitalistas, pone de nuevo al día la decisión de Izquierda Unida de concurrir al colegio electoral para votar a Menem en el caso de que allí se produzca un impasse.

La posición de la Ucedé será usada para justificar esta posición, de la cual se dirá que sirve al campo popular”. Ello convierte a sus postulantes en una correa de transmisión de uno de los candidatos de la gran patronal, como lo demuestra precisamente la posición de María Julia Alsogaray. La izquierda que pretenda merecer ese nombre debe boicotear el colegio electoral, denunciar los contubernios que allí se pacten y llamar a los trabajadores a romper con la burguesía y organizarse en forma política independiente.