Políticas

11/6/2009|1087

La Ucep, preludio de la Policía Metropolitana

Hace tiempo que viene operando en la ciudad de Buenos Aires una patota a cargo del ministro de Espacios Públicos, Juan Pablo Piccardo, destinada a realizar el trabajo sucio de la policía en los desalojos. Esta “fuerza de tareas especiales”, la UCEP (Unidad de Control de Espacios Públicos), logró “limpiar” -así se refieren los funcionarios a los operativos-, en menos de un año, casi cien plazas porteñas donde vivían gran parte de las 700 personas que están en situación de calle (Perfil, 16/11/08).

Piccardo es el ministro de Macri que a fines del año pasado tomó la iniciativa contra la Villa 31, metió inspectores en las casas de los vecinos haciéndolos pasar por fumigadores, los filmó y luego sostuvo la “necesidad” de demoler las viviendas por “riesgo de derrumbes”. A falta de policía propia, Macri cuenta con un cuerpo de choque destinado a “recuperar” espacios para la especulación inmobiliaria.

Soldados PRO y soldados K, codo a codo

Esta patota se creó durante la gestión de Aníbal Ibarra, pero ahora, ‘aggiornada’, trabaja para Macri. Operan junto a la policía y la Justicia, pero son siempre los primeros en llegar a una “situación de conflicto”, cualquiera sea el Ministerio involucrado, ya que no sólo operan para Espacio Público. Por ejemplo, llegaron antes que la Policía Federal a Barrancas de Belgrano, cuando el gobierno desalojó por la fuerza, en febrero, a varias decenas de cartoneros, a la madrugada, y también estuvieron en medio de los disturbios por la carpa docente en Plaza de Mayo, siempre de civil y con perfil bajo (Perfil, 16/11/08). En un reciente desalojo en el barrio de la Boca fueron quienes, a trompadas, desalojaron a la gente abriéndole paso a la PFA (ver www.youtube.com/ watch?v=61XDGcmh0jY).

Si este es el Pastor…

El ministro de Seguridad de la Ciudad, Guillermo Montenegro, designó al frente de la Academia de la Policía Metropolitana al abogado Daniel Pastor (publicado en el Boletín Oficial el 1/6), quien plantea -entre otras cosas- que los crímenes de lesa humanidad son prescriptibles. Para colmo, este personaje nefasto es docente en la Facultad de Derecho de la UBA, donde dicta Elementos de Derecho Penal y Procesal Penal, continuando una tradición de docentes ultra conservadores, en muchos casos ligados a los gobiernos de facto. 

Pastor opina que en el caso de Bulacio, asesinado a golpes en una comisaría tras ser detenido a la entrada de un recital de los Redondos, “no existe imputación de una muerte dolosa, no puede hablarse de tortura, en todo caso de unos malos tratos, de irregularidades respecto de los requisitos de la detención y de una falta de cuidado de la cual se desconoce si de haber sido evitada se hubiera impedido la muerte del infortunado Bulacio” (Página/12, 3/6). ¡Y este hombre va a ser el responsable de formar a la policía de Macri! Con este Pastor a cargo de la policía, más que nunca se plantea la necesidad de que las cúpulas policiales sean elegidas popularmente, como así también los jueces, a fin de que rindan cuentas de sus actos a la población. El desmantelamiento de los aparatos represivos para dar lugar a una fuerza civil sobre nuevas bases sociales será lo único que garantice los derechos humanos de toda la población. Ante la arremetida contra la juventud, tanto de la derecha como del centroizquierda (K, Zaffaroni, MST), hace falta la organización revolucionaria de la juventud para preservar su derecho a la integridad física y a la vida.

Eduardo (UJS-Derecho)