Políticas

15/4/2004|846

La VI Asamblea Nacional de Trabajadores

La VI Asamblea Nacional de Trabajadores va a sesionar en un momento político excepcional.


Ocho meses atrás, la V Asamblea había caracterizado al gobierno Kirchner como un gobierno capitalista y llamó a romper con el FMI en la perspectiva estratégica del “gobierno de los trabajadores”, y se pronunció por la independencia y la lucha frente a la burguesía nacional y “su” gobierno. Las organizaciones convocantes de la ANT tuvieron a su cargo una agenda de lucha real fundada en el pliego de reclamos. Este pliego planteó: el aumento general de salarios del 50 %, un salario mínimo equivalente a la canasta familiar, la extensión de los planes de empleo a todos los desocupados y la duplicación de su monto, la creación de puestos de trabajo mediante la anulación de la flexibilidad laboral, la reducción de la jornada horaria y planes masivos de viviendas populares y obras pública con trabajadores a convenio. Una política, sostuvo la ANT, que exigía romper con el FMI, desconocer la deuda externa, nacionalizar la banca y expropiar las empresas vaciadas sin pago.


 


El trabajo, los planes, el salario…


La VI Asamblea Nacional tiene el propósito de votar un plan de lucha nacional. Es el momento de la acción por las reivindicaciones impostergables de la masa trabajadora y explotada.


La decisión, por parte del gobierno, de eliminar los planes sociales obedece a la necesidad de pagar la deuda.


La cháchara sobre el reemplazo de los planes por “trabajo genuino” ha quedado al desnudo luego de un año de gobierno. Un plan de obra pública para abastecer de agua corriente y cloacas a todos los habitantes de la provincia de Buenos Aires (lo que, de paso, provocaría una revolución en las condiciones sanitarias) costaría 3.200 millones de dólares, menos del 10 % del endeudamiento a favor de los bancos, mucho menos del 20% de la masa de dólares que ingresa por la exportación.


En la ANT estarán todos los protagonistas de la transformación del movimiento obrero en organización piquetera a la hora de defender la huelga, recuperar el sindicato vaciado y unir al conjunto de la población explotada.


Entre los convocantes de la ANT madura la idea de convocar a asambleas regionales de trabajadores en cada rincón del país, para organizar la lucha por los reclamos, la recuperación de los sindicatos y la reconstitución de centrales obreras a través de congresos de delegados de base.


 


Marcha Federal


La mesa de organizaciones convocantes lleva a la ANT la propuesta de organizar una Marcha Federal contra el hambre, la desocupación, la inseguridad y la policía y los jueces del narcotráfico.


La propuesta considera que la crisis de seguridad es el resultado de la descomposición del Estado capitalista.


No existe el problema de “seguridad” al margen de la masacre social contra el pueblo. Las tres cuartas partes de los reclusos son jóvenes de menos de 25 años, justamente el eslabón más débil de la sociedad, junto a los ancianos, lo que exime de cualquier comentario. Se trata de desterrar el hambre, la desocupación, la pobreza y la Bonaerense, oponiendo a la mafia el control obrero de la seguridad pública.


 


Frente Político


La política de independencia obrera frente al gobierno seudonacionalista permitió atravesar con la lucha el período de francas expectativas en el gobierno K, mientras se derrumbaban las agrupaciones que pasaron a formar parte del arco colaboracionista del gobierno. Se asiste en estas horas, con la crisis que enfrenta en la CTA a la “tropa de choque” de Kirchner (D´Elía) con el resto del aparato, a la descomposición del intento de conformar una “burocracia piquetera”, otro de los signos de fracaso del gobierno nacionalista.


Al momento de la anterior ANT, los explotadores acababan de obtener una victoria política, al oponer la salida electoral como alternativa a la rebelión popular.


¿Qué situación enfrentamos hoy? Una crisis política aguda y una corriente creciente de lucha de la clase obrera. El PO plantea un frente político de organizaciones piqueteras, partidos de izquierda, sindicatos, delegados, organizaciones campesinas para desarrollar una alternativa de conjunto, de poder.


Un frente concebido para intervenir en el proceso político por una salida obrera a la crisis capitalista.


Cuando la crisis política nacional se acerca a un punto de prueba, el gran movimiento piquetero asumirá la responsabilidad de dar una respuesta propia, en términos de programa y de acción