El jefe de una comisaría de Monte Chingolo, Lanús, disparó contra un joven que junto a su pareja fue a hacer una denuncia por violencia familiar, en la madrugada del pasado domingo 26 de febrero. El comisario, que pertenece a la Bonaerense, fue desafectado temporalmente.

En ese momento, los oficiales de la fuerza respondieron que no podían atenderlos. Ante la exigencia de les vecines, Optimo Alberto Alfonzo, subcomisario a cargo, comenzó a disparar balazos de goma al grito de “no son horas de denuncias”. Los proyectiles impactaron en los ojos y brazos de los reclamantes.

Lucas, quien grabó el hecho, se encuentra internado en el Hospital Narciso López. Sol, familiar y testigo del violento suceso, declaró “queremos que (el policía) vaya preso porque fue un intento de homicidio. Le apuntó a la cara, por eso le dio en el ojo” (Télam, 27/02).

Los policías justificaron su accionar represivo diciendo que cerca de la sede de seguridad se encontraban quince personas con intención de apedrear el frente. Es un relato que pierde veracidad con el video, subido a las redes sociales, donde se visualiza solo a tres denunciantes.

El caso está siendo investigado por asuntos internos, y el subcomisario fue desafectado de forma temporal. Una investigación a cargo de la misma fuerza responsable de la represión significa una vía libre para que los responsables queden impunes.

La comisaría 6ta de la Bonaerense en Chingolo fue noticia anteriormente por otros sucesos. En junio de 2021, en plena etapa de confinamiento por el coronavirus, oficiales y agentes realizaron allí una fiesta clandestina; el periódico El Progreso (15/6/2021) decía en ese entonces que “en las imágenes se ven claramente los handies sobre la mesa e inclusive un arma reglamentaria; comida, alcohol, baile, risas y hasta besos, todo en la cocina de la comisaria”.

En mayo de 2022, un agente de esa comisaría terminó detenido por “robo agravado por uso de arma de fuego”. Fue denunciado por vecinos y vecinas. En el momento de la detención se le secuestró su Bersa 9mm, arma reglamentaria con la que realizaba los asaltos.

Asimismo, la comisaría 6ta se encuentra siendo investigada por conexiones con robacoches y desarmaderos clandestinos. Esto da cuenta de que la institución policial está podrida.

En este marco, personajes como Sergio Berni, (ministro de Seguridad del gobierno de Axel Kicillof), Néstor Grindetti (intendente de Lanús) y Patricia Bullrich (dirigente de Juntos por el Cambio) están pidiendo pistolas eléctricas Taser, catalogadas por la ONU como elementos de tortura, para que sean utilizadas por toda la policía. No hay grieta a la hora de avalar la represión y el gatillo fácil contra el pueblo trabajador.

Hacemos responsables a Kicillof, Berni y a Grindetti por la represión. A casi 47 años del golpe genocida, y a 40 años del regreso de la democracia, estas estructuras represivas siguen atentando contra los trabajadores. Es necesario desmantelar todo el aparato represivo.