Políticas

28/11/1996|521

Lanzamiento de Pueblo Unido

El viernes 22 se realizó, en el Club Caja Popular, el acto de lanzamiento del partido provincial Pueblo Unido, que reunió a unas 1.500 personas, principalmente de los barrios pobres de San Miguel y de varios pueblos del interior. PU está encabezado por Gumersindo Parajón, ex concejal y ex legislador provincial, que rompió con la UCR. Parajón goza de gran simpatía popular por sus denuncias, por sus características fogosas y porque renunció a la UCR denunciando el Pacto de Olivos. El diario Siglo XXI dio a conocer una encuesta que coloca a Parajón en el primer lugar entre los políticos provinciales para las elecciones del 97. Una característica del accionar de Parajón es acompañar las movilizaciones populares. Esto lo ha distinguido del resto de los dirigentes y parlamentarios de los partidos tradicionales, que aun cuando posan de opositores al bussismo o al menemismo, jamás asoman las narices en las movilizaciones.


El acto de Pueblo Unido fue convocado con dos consignas: Nacimos para luchar y Contra el régimen menemista. La importante concurrencia superó a la que Alfonsín reunió en su última visita hace poco más de un mes a Tucumán, con la movilización de todo el aparato radical. Hubo varios oradores: Hugo Asaff, empresario de la construcción y ex concejal del PC en Tafí Viejo; el dirigente tabacalero Antonio Carrazana; el dirigente de la Franja Morada de la Facultad de Derecho, Rodolfo Burgos; Ibarra, de la directiva de Fotia; Pablo Rivera, dirigente de la Intersindical Docente y de la CGT Auténtica, y Carola Carrillo, empleada municipal de la capital. Estos dos anunciaron en el acto que renunciaban al PJ por las constantes traiciones a las reivindicaciones populares. Además de las renuncias, los oradores lanzaron la candidatura de Parajón a diputado nacional para el 97, y Carrazana lo anunció, incluso, como candidato a gobernador para el 99.


El cierre estuvo a cargo de Parajón, quien desenvolvió, a su modo, un programa: evitar el cierre de ingenios, pero también “quitárselo a la oligarquía para dárselo a sus verdaderos dueños, los obreros y trabajadores”; llamó a “erradicar los privilegios políticos”; a combatir el latifundio, “dándoles la tierra a los obreros”; planteó “anular todas las privatizaciones” de la provincia y defendió “una educación pública, moderna y científica”. Sostuvo que Pueblo Unido iría solo a las elecciones, porque no se podía armar una alianza con los partidos que colaboraban con el gobierno. Denunció a la oposición como defensora del actual modelo económico, y advirtió que eso se va a ver más claro cuando se acerque el 99 y vaya a EE.UU., a presentarse como continuadora del modelo, pero con menos corrupción. Parajón hizo un llamado a los obreros “a luchar contra la flexibilización laboral, a ser clasista, a ser combativo”, porque con la patronal no se puede negociar, sino que se debe luchar por las reivindicaciones salariales y gremiales. Finalmente, hizo un llamado a los trabajadores peronistas, radicales, a los socialistas y a las izquierdas a sumarse a la lucha.


Por lo que se puede ver, Pueblo Unido es una formación política de características distintivas dentro del panorama nacional. Es una corriente no socialista, sino democrática, pero a diferencia del centroizquierdismo nacional se vale de las consignas democráticas para impulsar los derechos del pueblo y sus reivindicaciones, y no para frenar las luchas populares alegando la necesidad de no ‘desestabilizar’ el ‘sistema’. No plantea construir una organización obrera sino policlasista, lo que supone que parte de la existencia de una identidad de fondo entre los intereses de la clase obrera, la pequeña burguesía y la burguesía mediana. No sostiene el punto de vista de la lucha de clases, que lleva al reemplazo del Estado burgués por un régimen obrero, sino que entiende a las movilizaciones populares como un factor de presión sobre las instituciones constitucionales del Estado y como un instrumento para su renovación y democratización.


La emergencia de Pueblo Unido, con características hasta cierto punto multitudinarias, es una expresión del cambio de etapa política que han producido los santiagueñazos y cutralcazos y la caída de Cavallo, o sea, el derrumbe del ‘plan’ económico y la creciente desintegración del régimen menemista. El Partido Obrero señala las limitaciones programáticas, teóricas y sociales de PU, pero colaborará integralmente con él en la tarea de organizar a las masas para luchar contra el gobierno y los explotadores.