Políticas

18/4/1996|490

Las consignas del 1° de Mayo

Abajo el convenio Fiat-Smata / Abajo la policía de ‘gatillo fácil’

El movimiento obrero enfrenta este 1º de Mayo una gigantesca ofensiva capitalista contra sus condiciones más elementales de vida, de trabajo y hasta de subsistencia.


Más de un siglo después de la declaración del 1º de Mayo como día internacional de lucha por la jornada de ocho horas, los trabajadores asisten a una tentativa de alcance internacional para extender la jornada de trabajo a doce horas. A más de un siglo de la conquista de los primeros convenios colectivos y por industria y del salario por jornada, los capitalistas reclaman e imponen la ‘desregulación laboral’, es decir el retorno al despotismo patronal en las fábricas y al trabajo a destajo, que ellos denominan ‘de productividad’.


La lección no podría ser más contundente: el capitalismo es completamente incapaz de asegurar el progreso social, y las conquistas sociales elementales que obtuvieron los trabajadores fueron impuestas en una viva lucha de clases, quebrando la resistencia capitalista.

 

Existe un nexo fundamental entre la tendencia a destruir las condiciones sociales de la clase obrera y la policía del ‘gatillo fácil’, porque la primera sólo puede imponerse mediante la violencia estatal y la paraestatal financiada por los ‘servicios’ y las patronales. 


Es verso que la violencia policial responda a la ‘ignorancia’ de sus efectivos, a la deficiente calidad de su ‘entrenamiento’ o a la falta de control. La violencia contra los explotados, en particular contra su juventud, es la consecuencia de la completa descomposición del régimen social capitalista.


Por todo esto, la juventud y la clase obrera son aliados naturales, que se encuentran comprometidos en una lucha común.


La primera es la lucha contra la ofensiva capitalista que pretende imponer el convenio Fiat a todo el movimiento obrero. Es decir, la reducción de los salarios, la anulación de la jornada de ocho horas, el desconocimiento de la calificación laboral. 


Contra esta ofensiva llamamos a reclamar que se convoquen a las paritarias para negociar convenios colectivos por industria que impongan un inmediato aumento salarial, la vigencia de la jornada de ocho horas y el control obrero sobre las condiciones de trabajo. Llamamos a realizar plenarios abiertos y a luchar en los sindicatos para que se convoquen a congresos de delegados con mandatos de asamblea para votar un plan de lucha de conjunto.


 La segunda lucha común, contra la represión, nos plantea profundizar las movilizaciones actuales por María Soledad, Mirabete y Cristian Campos, reclamando, como lo propone la Coordinadora de Secundarios de Capital y Gran Buenos Aires, el juicio, castigo y perpetua a todos los culpables.


Por medio de la movilización llamamos a impulsar la organización en masa de la juventud: en los centros de colegios y facultades, en la coordinación de los secundarios, en las barriadas y en una organización de combate propia de la juventud explotada, la Unión de Juventudes por el Socialismo. 


La organización es el arma de lucha contra la represión policial y el ‘gatillo fácil’.


Por último, llamamos en este 1º de Mayo a la organización de los millones de desocupados de nuestro país para reclamar e imponer el subsidio salarial de 500 pesos a los trabajadores sin empleo. 


La desocupación no es un fenómeno natural ni una consecuencia de los descubrimientos científicos o tecnológicos, sino de un régimen social que maximiza las ganancias de los explotadores mediante la reducción de los salarios y la competencia entre los obreros. 


La ofensiva anti-obrera no es el resultado de la fuerza de los capitalistas, que todos los días se trenzan en nuevas crisis internacionales y cuyos gobiernos se desenmascaran por su impotencia y por su corrupción, sino que es la consecuencia de la falta de ideas, programa y dirección de parte de la clase obrera. Es por esto que, en todos lados, la ofensiva antiobrera tiene lugar a tientas, explorando el terreno antes de atacar, siempre insegura de sus resultados.


En este 1º de Mayo llamamos a todos los obreros a poner remedio a esta situación reforzando la construcción del Partido Obrero, que se proyecta como la vanguardia política de la lucha por un gobierno de trabajadores.